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Las redes sociales sucumbieron

Escrito por Tecnonews el 22/10/2024 a las 17:45:37
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En sus sueños iniciales las redes sociales nacieron como un contrapoder a todos aquellos poderes establecidos durante tiempo. De hecho, si hubo dos espacios que sufrieron por la llegada de Facebook, Twitter o Instagram esos fueron el de la política i el de los medios de comunicación. De este modo, durante un tiempo parecía que las redes sociales podían marcar tanto la agenda mediática como la agenda política. Por ello, cuando Mark Zuckerberg apareció delante del Senado de los Estados Unidos para confirmar o desmentir si la empresa Cambridge Analytica había explotado los datos de millones de usuarios de Facebook para decantar elecciones estadounidenses, lo que sucedió fue la mejor campaña publicitaria del mundo para la red social. Había nacido un poder tan increíble que podía hacer ganar o perder elecciones. Nunca sabremos hasta que punto sucedió eso, pero el relato que ha quedado es que Mark Zuckerberg dominaba la política con su red social. 

 

Del mismo modo, en el periodo de las revoluciones árabes surgieron muchos comentarios sobre la influencia que los bloggeros habían tenido en el desarrollo de los acontecimientos revolucionarios. Nunca quedó claro si esos cambios políticos tenían más relación con el clima generalizado de malestar o con el empuje de los jóvenes conectados a internet, sin embargo, nuevamente el poder se vio bajo los sinos de la tecnología. 

 

Los ejemplos serían muchos más, con todo, lo que nos interesa en este caso es ver como las redes sociales, han cambiado hasta tal punto desde esos tiempos que ahora ya se han terminado por postrar a los poderes políticos. Lo demuestran dos hechos. El primer en Brasil, donde hace unas semanas X acataba las multas impuestas por la Corte Penal del país a cambio de seguir funcionando. El segundo hecho lo vemos en la red social Telegram que ha cambiado sus términos de servicio para facilitar que los estados puedan obtener información privada de los usuarios. Este cambio es significativo pues hasta la fecha solamente podían hacer tal petición si se trataba de un caso de terrorismo.

 

Parecen dos casos menores, con todo demuestran como las redes sociales, cuando han tratado de monetizar sus millones de usuarios, han terminado con su ADN fundacional. Ya no son espacios de disidencia porque, en parte, están bajo el control de los estados.