Este lunes despareció definitivamente Skype gratuito para usuarios. Hasta la fecha, los usuarios del servicio de videollamadas podían exportar sus datos y credenciales hacía el sistema de comunicación por el cual ha apostado Microsfot, es decir, Teams. Solo se antendrá la versión de pago para empresas.
Skype nació en 2003 y fue en 2011 que la empresa creada por Bill Gates se hizo con el control de la plataforma. Más allá de las cuestiones empresariales, se puede afirmar que Skype fue un proyecto revolucionario que se adelantó en muchos años a lo que en 2025 se ha impuesto como una práctica normalizada, las videollamadas.
La empresa se convertía en un elemento indispensable para trabajadores en el extranjero que echaban de menos a sus familiares, estudiantes que pasaban un año fuera de su casa o personas que por situaciones económicas habían tenido que dejar su país. En sus inicios y como todos los inventos que llegan a triunfar, Skype tenía como objetivo ayudar a la usuarios de a pie. Fue más tarde que se vieron las potencialidades de un servicio como aquel y se llevó la idea al mundo de los negocios.
En este sentido, Skype nos habla de una época de las tecnologías concreta, un momento quizás más humano en que los desarrollos no daban miedo, no sustituían millones de trabajos y los empresarios del sector no confraternizaban con políticos totalitarios. Skype nos habla de ese momento a finales del siglo XX y principios del siglo XXI en que el mundo estaba cambiando tras el atentado de las Torres gemelas hacia lo que hoy conocemos.