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Existe un déficit de 1,39 millones de especialistas TIC en España

Escrito por Carmen de la Cueva el 01/04/2025 a las 13:22:01
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(Barcelona Cable Landing Station)

Barcelona volvió a ser este mes de marzo centro neurálgico de las novedades tecnológicas con uno de los grandes eventos del año, el Mobile World Congress: más de 100.000 asistentes, 2.900 empresas expositoras y mucha expectación puesta en las nuevas aplicaciones de la inteligencia artificial. El evento es un reflejo de lo rápido que evoluciona la tecnología, quizá demasiado rápido para poder atraer todo el talento necesario.

 

La escasez de talento digital es uno de los retos del sector tecnológico y, según el estudio Anatomía de la brecha de talento tecnológico de DigitalES, la Asociación Española para la Digitalización, se produjo una brecha sin precedentes entre talento y oferta de empleo en el momento en el que la pandemia aceleró la digitalización y llegó a multiplicar por 10 las vacantes tecnológicas entre 2019 y 2022. De hecho, en 2020, según recoge este estudio, el 15% de las grandes empresas españolas tuvieron dificultades para encontrar especialistas.

 

Estamos, por tanto, ante un desafío importante, ya que este déficit de talento tecnológico afecta al crecimiento económico y a la competitividad de un país. A pesar de que se han lanzado iniciativas como, por ejemplo, la Agenda Digital 2025 para fomentar la formación en tecnología (la meta para 2025 es llegar a tener en España 20.000 nuevos especialistas en ciberseguridad, IA y Datos), y de que se ha ido aumentando el porcentaje de especialistas TIC paulatinamente, lo cierto es que en 2023 solamente el 4,2% de los trabajadores en España eran especialistas TIC, por debajo de la media europea (4,8%).

 

Se estima que todavía existe un déficit de 1,39 millones de especialistas TIC en España para alcanzar los objetivos de la Década Digital de Europa, la estrategia de la Unión Europea para acelerar la transformación digital de Europa para 2030 y que cifra en 20 millones el global de especialistas TIC al que se pretende llegar.

 

Despertar vocaciones y orientar profesiones hacia el mercado laboral

 

¿Qué hacer ante un escenario en el que no hay suficientes demandantes de empleo que tengan la formación y las competencias técnicas que el mercado de trabajo tecnológico requiere? La clave está en reforzar la formación y en orientarla con éxito hacia las necesidades del mercado.

 

El estudio de DigitalES es muy claro al señalar la necesidad de mejorar la orientación profesional y de fomentar, especialmente, la diversidad de género en formaciones STEM (hay que tener en cuenta que únicamente el 30% de los trabajadores TIC son mujeres).

 

Otro de los elementos estratégicos para promover las sinergias entre formación y empresa, es impulsar la participación en los programas de Formación Profesional Dual, que ponen en contacto al talento joven con la realidad empresarial (en España, este tipo de programas representa un 4%  versus el 38% de Europa). Además, otra de las recomendaciones que se plantea en el estudio de DigitalES es introducir actividades obligatorias en la ESO y Bachillerato enfocadas a proporcionar experiencias prácticas en el mundo laboral, con el objetivo de despertar intereses tecnológicos.

 

Cabe señalar que, aunque el déficit de talento tiene la urgencia de atraer talento de la FP y la universidad, fomentar el interés TIC desde la educación primaria sería una medida inteligente a largo plazo para asegurarse talento digital en el futuro.

 

Desde Barcelona Cable Landing Station, creemos que hay que tender puentes entre el ámbito educativo y el mundo empresarial y, por ello, hemos abierto nuestras puertas a estudiantes de Ciclos formativos de grado Medio o Superior para que realicen prácticas con nosotros y puedan decidir así si quieren desarrollar su carrera profesional en este ámbito.

 

Por otro lado, más allá de la atracción de talento, debemos tener presente la importancia de fidelizarlo. Y es que no hay que olvidar que la fuga de talento es un peligro al que sólo puede hacerse frente con una buena estrategia de retención que englobe no solo condiciones salariales competitivas, sino también un “salario emocional” que cuide al trabajador con medidas de flexibilidad, facilidades para la conciliación con la vida familiar y otros factores de ambiente laboral que son muy valorados por el talento más joven.