Actualizado el 23/04/2024
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Algunas claves para el liderazgo de la transformación digitalEscrito por Carles Mendieta el 27/02/2018 a las 13:28:143318
(Socio de Singular Net Consulting, sl) El pasado 30 de enero, la Asociación Española de Directivos celebró una desayuno de trabajo bajo el título “Mitos y aprendizaje de la digitalización”, en la que participaban como ponentes Luis Badrinas, CEO & Partner at Community of Insurance, Former CEO at Zurich Vida, Miquel Martí, CEO de Barcelona Tech City, Pedro Rojas, CEO de The Plan Company.
Algunas frases destacadas de la jornada me servirán para introducir las claves de un modelo de gestión del cambio, perfectamente aplicable en los tiempos de transformación digital:
“Lo principal es que la organización quiera y esto va de arriba a abajo, sin un objetivo ni un liderazgo claro no hay nada que hacer”. “La transformación digital no es para las empresas, sino para las personas (esto es, para el cliente), por lo que hay que llevarla a cabo guste o no guste”. “Las organizaciones de más éxito en Transformación Digital son ambidiestras: trabajan en su negocio actual, en el core, donde manda la cuenta de resultados. Y para el pensar en el futuro cuentan con espacios físicos apartados de la compañía que destinan a innovaciones más disruptivas donde se trabaja de manera totalmente distinta” “Hay que leer, saber qué está pasando y las tendencias. Conceptos como protech, insurtech o blockchain hoy todos los directivos deberían conocerlos” “Explicar bien a toda la organización que gracias a la Transformación Digitalse ganará en eficiencia, productividad, ahorros, bienestar y se llegará mucho mejor al cliente”.
En los proyectos de cambio y transformación organizativas, he podido concluir que existen 5 elementos clave:
Si no tenemos claro el “para qué” del cambio mejor ni empezar. Pero es imposible saber el para qué si no se conoce ni el “Qué”. Es por ello que resulta imprescindible que los directivos se actualicen permanentemente, conozcan los avances tecnológicos, científicos y sociales que les permitan saber el “para qué” deberían reflexionar sobre como el blockchain, la neurociencia o los efectos del bigdata en los movimientos sociales puede afectar a su negocio.
Si los líderes de la empresa no son capaces de definir con precisión cuál es la finalidad del cambio, si no son competentes para apuntar cómo se va desarrollar y no tienen claridad en su descripción de la visión de futuro, difícilmente van a generar la ilusión suficiente para impulsar a toda la organización. Hacia el cambio.
En los niveles directivos las decisiones se toman siempre en un marco de complejidad en el que no es posible un sistema cerrado de cambio-efecto. Cualquier alteración del sistema provocará cambio en todas las partes del mismo sistema. Es por ello que resulta imprescindible focalizar en cambio en un único objetivo principal y no distraernos con otras variables que, sin duda, también cambiarán en el proceso de transformación.
Podemos impulsar una transformación digital para cambiar la experiencia del cliente (Servicios) o para potenciar la eficiencia (Industria) o para liderar el futuro (innovación), etc. pero no intente transformar para cambiar la experiencia cliente, el producto, la innovación y la gestión del talento al mismo tiempo y focalizando en todo al mismo tiempo.
Quizás sea más fácil comprender este concepto con una metáfora que nos brinda Maurits Cornelis Escher en uno de sus brillantes dibujos: Si quieres transformar un pato en pez, no cambies las plumas por escamas, ni le cortes las patas. Transformar en pez el espacio que hay entre pato y pato
Se trata de un concepto muy próximo al de “organizaciones ambidiestras” del inicio del artículo. Organizaciones capaces de seguir siendo patos, mientras una parte de ellas se empieza a transformar en pez.
En cierta ocasión escuché por la radio a alguien afirmar “Cuando Dios hizo el mundo creó la química y la física. La matemática ya existía”. Sospecho que el autor de esta broma era un humilde matemático.
Como psicólogo tiendo a ser antropocentrista y entiendo que, en realidad, la matemática es tan sólo el lenguaje que han creado los humanos para poder describir, comprender, explicar o predecir cualquier cambio, intercambio, movimiento, transformación o evolución que se pueda dar. Y, sin duda, el universo es cambio y movimiento permanente. Matemática para los humanos.
Es por ello que, si queremos impulsar cambios, marcar direcciones, evaluar resultados o compartir objetivos debemos usar los números para que nos comprendan correctamente.
Dirigir es promover y provocar cambios y la matemática es el lenguaje imprescindible.
Los cambios requieren tiempo y las transformaciones más. Perseverar y persistir no significa ofuscarse y obstinarse.
La tenacidad es una virtud del liderazgo que, aunque en algunas ocasiones puede derivar en el defecto de la terquedad, se convierte en un valor imprescindible para liderar transformaciones, también la digital.
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