¿Cuántos de nosotros, que ya disfrutamos de una cierta edad, no hemos coleccionado sellos u otros elementos que venían en yogures, pastelitos u otros productos, para conseguir regalos promocionales? Guardandolos en sobres, o bien en álbumes que las mismas compañías producían adhoc...
Los tiempos han cambiado, y actualmente las promociones se siguen realizando en forma de coleccionables, pero de una forma distinta, aprovechando las nuevas tecnologías.
Este es, por ejemplo, el caso de Danone; la centenaria marca catalana incluye códigos QR en sus productos que, al ser escaneados desde su app móvil, permiten acumular puntos que sirven para cambiarlos por regalos y ofertas, tanto de la misma Danone, como de las empresas partner que participan en la promoción, de larga duración.
Dicha promoción está destinada, obviamente, a conseguir la fidelización de los clientes; el ‘hambre’ que se despierta en los clientes de conseguir más puntos para cambiarlos por los regalos o descuentos que le interesan, hace que se mantengan fieles a la marca.
Sellos digitales
Tal y como podemos leer en este artículo (en inglés) los sellos o ‘estampitas’ digitales tienen grandes ventajas a la hora de realizar promociones para los clientes.
Como en toda promoción, permiten establecer las condiciones y los premios que se llevarán los clientes que consigan ir acumulando estampas, pero con un bonus: podemos ampliarlos dinámicamente.
No cambiar las condiciones o disminuir el valor de los premios, ya que esto sería mal visto por los participantes, pero sí añadir nuevos retos y estampas a coleccionar de forma dinámica a medida que los consumidores vayan consiguiendo todos los sellos puestos en juego.
De esta forma, la promoción puede extenderse en el tiempo, teóricamente sin final incluso, y se consigue un efecto de gamificación muy deseable pues permite fidelizar a los clientes.
El proceso de recolección de las estampas corre de cargo del mismo consumidor, dejando de lado con ello personal de tiendas, supermercados, grandes superficies y otros puntos de venta, que de esta manera no es necesario formarlos, ni corremos el riesgo de que cometan errores.
El hecho de que sean sellos digitales y funcionen adicionándolos a un perfil en una app (que puede residir en la nube), permite evitar pérdidas y, además, el consumidor siempre lo tiene a mano por si lo necesita al realizar una compra de los productos de nuestra empresa.
Además, podemos aprovechar la app para añadir servicios adicionales, como es el caso de una tienda online, manuales de productos, recetas,... todo depende de la naturaleza de lo que vendamos y cuál sea nuestro perfil de cliente.
