Volver a empezarEscrito por Miquel Ramirez el 19/11/2014 a las 11:36:383509
(ex-Vicepresident Associació Catalana d'Enginyers de Telecomunicació) En un reciente artículo mi admirado compañero Enrique Gutiérrez Bueno analizaba las telecomunicaciones europeas y definía su estado como lamentables. Situación que achacaba en gran medida a las decisiones regulatorias. No rebatiré esa hipótesis, otros tienen más conocimiento y motivos para defender lo contrario.
Sin ánimo de exhaustividad, más propia de un trabajo de investigación que de un artículo periodístico , el sector TIC es una cadena de valor que va desde los productores de equipos de telecomunicación , incluyendo fabricación de chips , hasta los proveedores de aplicaciones , pasando por los Operadores. Las TIC no solo son los Operadores.
En el artículo de Gutiérrez Bueno se cita a Kroes y su petición de Operadores fuertes, eso, a mi parecer es una tautología , los Operadores serán fuertes o no serán. Los procesos de concentración son pan de cada día y seguirán como en un juego de monopoly. La dimensión de los Operadores europeos debe ser la que les permita competir a nivel global. Orange, Movistar, Vodafone y hasta Deutsche Telekom lo son, para que Kroes descanse de sus cuitas y enfoque sus esfuerzos a la creación de riqueza, que es lo que Europa necesita. Las TIC pueden crear riqueza, y la UE debe crear los escenarios.
Me propongo en una serie de artículos analizar el sector TIC y esbozar , las que a mi entender, son las medidas necesarias para la recuperación del liderazgo europeo en las TIC, o al menos una posición competitiva.
Empezaremos por la base , por los fabricantes. Probablemente el subsector de los fabricantes de equipos es el que más ha sufrido la crisis y la regulación. La bajada de márgenes de los Operadores provocó enormes tensiones sobre los precios de venta de sus equipos. Fabricar en el sudeste asiático y China destrozó sus fábricas en Europa y forzó dolorosísimos expedientes de regulación de empleo, como también en las Operadoras , pero estos son más conocidos.
La fabricación en China casi ha acabado con la fabricación en Europa, no se puede competir con quien no juega con tus reglas, esto es lo que nuestros economistas no entienden. No somos menos competitivos por tener peores fábricas , por tener peores procedimientos de trabajo , por tener mano de obra peor formada, no. No podemos competir con quien no tiene una regulación laboral y de derechos basada en sistemas democráticos, con quien no tiene una regulación medioambiental desarrollada, con quien no tiene un sistema monetario que siga las reglas de mercado , con quien no tiene transparencia alguna en los procesos de subvención e impositivos de sus empresas. Eso es lo que nuestros economistas no nos cuentan y está laminando la industria europea y americana. El sector servicios no genera sueldo atractivos y por lo tanto no es el vector del futuro. Necesitamos nuestra industria.
¿Podemos volver a fabricar en Europa? La respuesta es sí, siempre que comencemos rápido, y esa necesidad de rapidez tiene que ver con la capacidad de diseñar e instalarlas fabricas, que desgraciadamente se está perdiendo en Europa. No podemos dejar que se jubile la generación de ingenieros que todavía sabe diseñar e instalar las fábricas. Si esperamos veinte años tendremos que contratar ingenieros chinos para que lo hagan.
Si podemos hacer fábricas, hay que crear el escenario que haga atractiva su instalación para nuestras empresas. El escenario se crea con la regulación, la regulación debe imponer condiciones a la importación , no se compra a quien no cumpla las reglas de juego. En principio puede parecer imposible , no se puede ir contra corriente, no se puede ir contra la sacrosanta regla del libre comercio. Bien , para entenderlo, el libre comercio, la globalización, está destrozando el sector industrial europeo y americano , dar la espalda a este hecho es perder la batalla contra la crisis. No se trata de acabar con el comercio, que existe desde los albores de la humanidad, recordemos a los fenicios, se trata de crear espacios de competencia justos. Jugamos al futbol con reglamento y árbitro, compitamos con un juego de reglas consensuado. Las TIC pueden y deben ser el primer escenario de competencia justa. |