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Una necesidad de futuro

Escrito por JOSEP MOLAS el 12/02/2008 a las 21:27:06
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(President)

Hay un consenso generalizado en que el número y el nivel profesional de los técnicos informáticos (informáticos) es un elemento clave en el desarrollo presente y futuro de nuestra sociedad. Todos los procesos en la sociedad de la información necesitan, de una manera u otra, ser analizados, construidos y gestionados por un informático en sus diversas modalidades. A pesar de ello, la sociedad no lo percibe de esa forma y en muchas ocasiones lo ningunea. ¿Se imaginan ustedes ir a cualquier banco, entidad de previsión o simplemente llevar coche a un taller y que nos salieran con una montaña de papeles para localizar nuestra ficha o nuestro coche?¿O se imaginan quizás el mundo sin Internet?, pues bien todo eso no sería posible sin los informáticos. Ahora bien, aún percibiendo esa necesidad y los avances realizados por nuestra sociedad, ese ninguneo que hemos comentado incide en la perspectiva de esta profesión. Permítanme comentar algunos hechos. En la contratación de los servicios informáticos, en bastantes ocasiones, prima la cantidad y la inmediatez a la calidad. Eso provoca en muchas ocasiones que salgan al mercado productos, que ni han sido completamente testeados, ni han sido exhaustivamente comprobados. Ya sabemos que siempre hay extremos y vicios que harían que no salieran productos por ese deseo de perfección de algunos, pero de ahí a las cosas que salen en algunas ocasiones, hay un abismo. Además en muchas ocasiones los proyectos están mal dimensionados y hace que no se cumplan ni los plazos ni los presupuestos. No solo eso sino que en muchas ocasiones, la obligatoriedad de cumplir plazos y presupuestos ha forzado a que los informáticos hayan tenido que trabajar largas jornadas y por el mismo salario, en definitiva por un mismo coste. Otro problema frecuente es la dificultad de encontrar gente bien formada para afrontar los proyectos con solvencia. Históricamente, el informático tenía múltiples procedencias. En su origen, en muchos casos, provenía de la propia empresa que quería crear su departamento de informática, posteriormente por la falta de estudios propios se incorporaron personas procedentes de otras titulaciones (Ingeniería Industrial, Economistas, Exactas, Físico, etc.). La aparición de titulaciones propias en informática (Ingeniería Superior y Técnica y Formación Profesional) ha ordenado la profesión y ha ayudado a incrementar la percepción de colectivo homogéneo. Pero en todo tiempo la formación continua ha sido algo implícito en la profesión dada la continua aparición de nuevos productos y tecnologías. Hoy una dedicación excesiva y una presión por la inmediatez impide que esta formación continua se realice de forma conveniente. A esta dificultad se ha añadido ahora la dificultad de encontrar simplemente a personas interesadas en convertirse en profesionales. Los estudios técnicos y concretamente los de nuevas tecnologías no atraen a los más jóvenes. Podemos decir que es un problema de cultura del esfuerzo o de una profesión no mediática, pero la realidad es la que es y nos faltan y faltarán en el futuro informáticos en todos sus niveles. No hay necesidad de crear nuevas escuelas sino simplemente que se llenen las que hay hoy en día. Seguramente si no se hubiera ninguneado la profesión a base de intrusismo aficionado, proyectos mal dotados, jornadas eternas y salarios estúpidamente bajos, los jóvenes llenarían los centros de estudio y no estaríamos hablando de miserias de esta necesidad de futuro como es la informática. Josep Molas Presidente de ATI (Asociación de Técnicos de Informática)