TECNOLOGIA Y LIBERTADEscrito por Eduard Martin Lineros el 10/12/2019 a las 20:17:184424
(Degà Col·legi Oficial d'Enginyeria en Informàtica) (En català més a baix)
Ciertamente los tiempos que corren son apasionantes pero también muy difíciles. La nueva sociedad digital requiere de nuevos esquemas mentales, nuevas leyes y sobre todo comprensión amplia de todos los escenarios.
La tecnología es un elemento más de la sociedad. Creada por nosotros no vive ajena y de espaldas a todo lo que pasa. Es más, forma parte íntimamente de ella. De todas formas no debemos utilizar nunca como el arma para la defensa, o lo que es peor como el arma para el ataque.
La percepción sobre la libertad, nuestros derechos, los espacios de expresión, no pueden ser calibrados hoy en día con ojos del siglo XX, y menos del siglo XIX. Es un error monumental, que desgraciadamente se repite continuamente en nuestra historia. Lo que pasa es que ahora es más relevante, punzante y seguramente peligroso.
La tecnología que hemos desarrollado en los últimos 70 años está a punto de pasarnos por encima, y ??eso no puede pasar, ni es deseable. Lo deseable es acompañarla e ir de la mano de su desarrollo para asumir de forma responsable los cambios, y adaptarnos a lo que nosotros mismos hemos creado. Ahora no vale decir que nos sobrepasa, ahora no vale decir que no lo teníamos previsto.
La persistente manía de querer utilizar instrumentos del pasado, sobre todo legales, a fin de limitar por la brava lo que hemos creado para ser más libres, me parece poco inteligente, y lo que eres peor: inútil.
Una de las características más interesantes de lo que hemos creado entre todos es la capacidad de tener comunicaciones globales superando las fronteras creadas por los Estados -estados concebidos hace varios siglos, sobre tecnología y pensamientos muy alejados de los actuales- herederos y prisioneros de concepciones que quizás están superadas. De hecho, esta visión absolutamente estática ejerce un poder coercitivo sobre la libertad de todos nosotros: nos autoimponemos un esquema que, obviamente, es un sistema fallido: contad las guerras, conflictos en este periodo y mirad el panorama que tenemos además de las dos terceras partes del mundo ... no hemos logrado ni paz, ni prosperidad, ni siquiera un mundo sin hambre, con el modelo que nos hemos autoimpuesto.
Querer romper la tendencia de un mundo más unido -utilizar global sería malentendido- por razones "de estado" es igual a negar la evidencia. Más pronto que tarde, el mundo nos pasará por encima y romperá de forma repentina esta concepción.
Estoy seguro de que este pensamiento no cambiará nada: a quien le toca pensar no lo hará, y continuará inflamado en la defensa férrea de la tradición. En definitiva, es lo que los humanos han hecho posible toda la vida: criticar, machacar y destruir a quien los hacía avanzar, para luego, pasados ??unos años y ya sin su presencia física, enaltecer y decir que lo que pensaban era maravilloso ... ¿No es cierto, Galileo?
Decretar la construcción de muros legales para tumbar la libertad que nos dan los mundos virtuales, se me antoja un inmenso error. Si los humanos somos capaces de crear las maravillas que vemos y que veremos ... ¿por qué no somos capaces de crear una organización social más justa y asumir nuestro propio progreso?
Preocupémonos pues, mucho más, de lo que prohibimos, que de las supuestas maldades de lo que hemos construido con el ingenio. Con el primer volvemos a las cavernas, con el segundo -incluido el peligro y los miedos del progreso- avanzamos hacia el futuro.
Eduard Martín Lineros Degà de l’Il·lustre Col·legi en Enginyeria Informàtica de Catalunya (COEINF)
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