La osadía del conocimientoEscrito por RAMON PALACIO el 25/11/2025 a las 21:48:04477
(Ingeniero de telecomunicación y vocal consejo de dirección de civicai.cat) El universo “nació” hace 13.787 millones de veces el tiempo que tarda la Tierra en girar el Sol. Y la vida en la Tierra tiene un tercio de este tiempo, la primera bacteria se formó hace unos 3.500 millones de años.
El universo es grande. A pesar de que se desconoce la dimensión del universo, se dan cifras en torno a una “esfera” de los 93.000 millones de años luz de diámetro, cuando un año luz son 9,46 billones de kilómetros, es decir un diámetro de 9 e26 metros. Nuestra Vía Láctea tiene “sólo” decenas de miles de años luz, Y nuestro sistema solar tiene “sólo” 1 año luz. Por encima del metro, 26 órdenes de magnitud.
A escalas de lo pequeño, en la mayoría de los átomos, el radio del estado fundamental oscila entre 0.1 y 0.5 nanómetros. Eso equivale a entre 1 e-10 y 5 e-10 metros, y su masa es de 1 e-27 Kg, mientras que el radio del núcleo es 4 órdenes de magnitud menor, de unos 1 e-14 metros. Si bajamos a los cuarks, menos, y si confiamos en la teoría de cuerdas y en sus vibraciones, todavía menos. Por debajo del metro, tenemos al menos 14 órdenes de magnitud.
En cuanto a la vida, nuestro soporte corporal está en un prudente término medio de la escala. En el orden de magnitud del metro, más cerca de lo pequeño que de lo grande. Y nuestro cuerpo está compuesto de células.
Las células eucariotas, con núcleo, miden sobre las 10 micras (10 e-6 m) de diámetro, con una masa de 10 nanogramos (1 e-11 kg), y están compuestas de moléculas, y de sus átomos. Cada célula viva puede contener 100 billones de átomos.
Las moléculas varían en tamaño, pero generalmente tienen un diámetro de alrededor de 1 nanómetro (1 e-9 m). Una molécula de agua mide cerca de 0.27 nanómetros de ancho (0,3 e-9 m) y el ADN mide cerca de 2 nanómetros de ancho y puede estirarse hasta metros de longitud, y tiene un peso en torno a los 5 e-23 kg, es decir doce órdenes de magnitud menos que la célula.
Dicho todo esto, es atrevido intentar comprender, desde dentro, el Universo, y nuestra propia vida. Pero hemos llegado a saber que el universo es intrínsecamente cuántico, es aleatorio, y es información. Nuestra percepción de continuidad es falsa. Y que la vida es replicación celular, y es también información.
La información es el sustrato de nuestro mundo. Puede ser incluso que el mundo, el universo, sea “sólo” información, y que la “realidad” sea una ilusión platónica.
Las TIC y la BIO son las dos tecnologías que determinan nuestro futuro. Y por primera vez se cruzan con la Inteligencia Artificial.
La IA nace de entrenar modelos con datos (humanos y generados) y emular las formas de aprendizaje cerebral humano (y animal, y quizás vegetal y bacteriano). La IA es computación, es silicio, emulando burdamente el carbono biológico. Tiene dos retos tecnológicos cercanos, el tamaño del chip, ya cercano al nanómetro del átomo, y pasar a la computación cuántica.
De momento no piensa ni siente, ni es computacional eficiente, pero ya analiza mejor que el hombre los datos astrofísicos (años luz), el plegamiento de las proteínas (nanómetros) y el comportamiento humano (metros).
La IA es una tecnología, y continuando las anteriores revoluciones neolítica, urbana, industrial y digital, evoluciona a ritmo acelerado, quizás exponencialmente acelerado.
La IA es disruptiva, es revolucionaria, es subversiva, y desconocemos todavía su impacto en la humanidad. Deus misereatur nostri.
Ramon Palacio telecos.cat CIVICAi.cat
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