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La II Guerra Fría ha comenzado, y la 5G tiene mucho que ver (2)

Escrito por Josep Mompin el 07/02/2023 a las 10:03:41
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(Presidente de Honor de la Asociación Iberoamericana de Periodistas Especializados y Técnicos (AIPET))

“Las empresas chinas Huawei y ZTE, según Pedro Pardo, son líderes mundiales en 5G, y Pekín puede saberlo todo de la economía de un país, o lanzar ciberataques que afecten a la economía, a las empresas o a la defensa”. Donald Trump intuyó el problema, y a pesar de su arrogancia y bufonadas, trató de combatir el avance chino en esta materia. Además de problemas de privacidad, la 5G lo controlará todo o casi todo, desde el teléfono móvil, los automóviles, las casas inteligentes, las redes de internet, etc. Hay tres empresas chinas Unicom, China Telecom y China Mobile que ya están ofreciendo servicios que hoy nos parecen de ciencia ficción. Y las asombrosas aplicaciones de la 5G no han hecho más que empezar.

 

Esta nueva tecnología es la primera revolución industrial que occidente no controla ni monopoliza. Al parecer las empresas de telecomunicaciones Huawei y ZTE están obligadas a cumplir las directrices  del gobierno de la República Popular China, por lo que las susceptibilidades de Trump parecen fundadas, ya que las citadas empresas podrían utilizar el control de la 5G con dos objetivos: espiar y controlar los bancos, las industrias o los sistemas de defensa de otros países.

 

Por otra parte, China dispone de más reservas en dólares que incluso EE.UU. y Europa, y está dispuesta a pelear para someter el Big Data, la IoT y la Inteligencia Artificial a su dictamen. En nuestro país, el presidente de Telefónica, José Mª Álvarez Pallete, es consciente de lo que significa estratégicamente la 5G y la IA, por lo que, fruto de la investigación de la compañía, ha situado a nuestra Telefónica en la vanguardia del mundo.

 

La tecnología 5G y la desglobalización

 

 La desglobalización es un tema que me apasiona. Conscientes de que la  guerra del 5G es una combinación de política, estrategia y economía, las grandes potencias no van a quedarse mano sobre mano, esperando a ver qué pasa. Trump inició esta guerra contra China, pero hace poco Joe Biden firmó una Orden Ejecutiva para examinar y regular el suministro a EE.UU. de una serie de productos y materias primas, que catalogó en cuatro grupos:

 

1.Las tierras raras que se emplean en la fabricación de todo tipo de equipos electrónicos, desde móviles hasta misiles.

 

2.Medicamentos. Algo que la escasez de éstos conocemos muy bien por la reciente Pandemia de la Covid19.

 

3.Baterías para automóviles eléctricos. Hay muchos fabricantes que están trabajando en ello.

 

4.Los chips, microprocesadores y memorias, cuya escasez en los últimos meses está golpeando a muchas industrias, particularmente a la automovilista.

 

EE.UU.  no es el único país que ha dado la voz de alarma. Por ello, EE.UU. La Unión Europea, Japón y Australia se han comprometido a regular la globalización, y a fabricar localmente muchos de los productos o componentes que hasta la fecha importábamos de China. La guerra tecnológica está servida.

 

Aplicaciones del 5G en nuestra vida diaria

 

Aunque el 5G y sus perfeccionamientos (6G y 7G) no ha hecho más que empezar, ya se está aplicando a:

 

1.Internet de las Cosas (IoT) para conexión de millones de dispositivos. Big Data, Smart Cities, comunicación entre máquinas

 

2.Conexiones Car2Car, aplicado a vehículos autónomos y convencionales

 

3.Realidad virtual en streaming

 

4.Videoconferencias a través de holoportación

 

5.Agricultura inteligente con sensores conectados en línea

 

6.Internet táctil, con control remoto de dispositivos como drones o robots

 

7.Medicina a distancia

 

Cuando hablamos de todo esto pensamos enseguida en cientos de personas con su móvil en mano, pero aumentando los dispositivos conectados como coches autónomos, relojes inteligentes, electrodomésticos, ropa y una infinidad de objetos que quedan por llegar. La cosa no ha hecho más que empezar, y nuestra capacidad de asombro se pondrá a prueba constantemente.

 

Concluyo: no es probable que vayamos a la III Guerra Mundial, a no ser que algún descerebrado se levante con mal pie y apriete el botón equivocado, que destruya medio mundo, y los pocos que queden, regresen a las cavernas… Lo que sí ha empezado es la  Guerra Fría 2.0.

 

Nota: próximo artículo “ Despliegue de la 5G en España