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Innovación e Inteligencia Artificial: Desafíos y Sinergias

Escrito por Antoni Garrell i Guiu el 28/11/2023 a las 20:13:12
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(Presidente de HM Hospitales Catalunya y miembro del consejo asesor de Talentea Recruitment)

En la actualidad se debate insistentemente sobre el papel de la Inteligencia Artificial (IA) en la innovación, sus posibles repercusiones en el talento humano y la evolución de los procesos de cambio. Algunos afirman que la IA podría sustituir al talento humano en diversos campos, especialmente en la innovación. No obstante, estas afirmaciones, que menosprecian la importancia del talento humano, también revelan una percepción limitada de la innovación, reduciéndola a la simple acción de hacer las cosas de manera diferente.

 

La innovación no puede entenderse únicamente como un cambio superficial en la forma de hacer las cosas, sino que debe abordarse de manera integral y sincrónica, considerando tanto el producto como la organización y los procesos productivos. Esta triple vertiente implica la gestión de avances tecno científicos, las tendencias del mercado, los aspectos culturales, la formación de equipos, las regulaciones cambiantes, la toma de decisiones y capacidades de interrelación.

 

En este contexto, la IA se presenta como una herramienta que puede potenciar la innovación en diversos aspectos. En primer lugar, puede facilitar la implementación de procesos de fabricación y prestación de servicios mediante la optimización de los subconjuntos de procesos que involucran proveedores, clientes, equipos, máquinas y recursos humanos. En segundo lugar, puede contribuir a la concepción e implementación de una organización óptima, considerando múltiples ubicaciones y los equipos que la conforman. Y, en tercer lugar, la IA juega un papel crucial en la innovación de productos.

 

La innovación de productos implica competir por valor en lugar de hacerlo por coste. Esto requiere apoyarse en los avances científicos, las capacidades tecnológicas y en la funcionalidad. En un mundo caracterizado por un acceso desigual a los avances tecnológicos, las organizaciones deben adoptar un enfoque sistemático para incorporar un valor diferencial a sus productos y servicios. Este proceso implica contar con una cultura innovadora respaldada por personas preparadas y con capacidad de incorporar avances técnico-científicos de manera eficiente.

 

Es fundamental reconocer que la innovación no puede ser impulsada exclusivamente por la tecnología, sino que depende en gran medida de las personas y su disposición a aceptar riesgos. En este sentido, la IA se presenta como una herramienta complementaria al talento humano, no como su sustituto. La innovación requiere una actitud específica a nivel individual y colectivo, que incluya la capacidad de aceptar riesgos, comprender que todo tiene una fecha de caducidad y estar abiertos a la posibilidad de que las utopías actuales pueden no ser realidad en el futuro.

 

El desarrollo acelerado de la IA y su integración en los procesos de innovación plantea desafíos y oportunidades. Por un lado, es necesario alejarse de especulaciones infundadas y comprender que la IA no sustituye la esencia del talento humano, sino que amplía su capacidad y eficiencia en determinadas tareas. Por otro lado, es crucial abordar las implicaciones éticas y sociales de la IA, como la pérdida de empleo y la necesidad de una reestructuración educativa para preparar a las personas para las nuevas demandas del mercado laboral.

 

Sin duda, la IA es una herramienta valiosa para potenciar la innovación, que requiere un enfoque equilibrado que combine el potencial de la IA con el talento y la creatividad humanas, reconociendo así la importancia de la sinergia entre la tecnología y la capacidad humanas.