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Historias de perseverancia

Escrito por Eduard Tamames el 24/10/2008 a las 15:25:54
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En el año 1962 cuatro músicos jóvenes y nerviosos tocaban en su primera audición para grabar un disco ante los ejecutivos de la compañía Decca Recording. Los ejecutivos no resultaron especialmente impresionados. Mientras decidían rechazar a este grupo de músicos, uno de los ejecutivos afirmó: "No me gusta su sonido. Los grupos de guitarras están en vías de extinción". El grupo eran The Beatles. En el año 1944 Emmeline Snively directora del Blue Book Modeling Agency dijo a una joven modelo: "Más te valdría aprender el trabajo de secretaria o bien que contrajeras matrimonio". Ella hizo caso omiso a estas afirmaciones, continuó con su propósito y fue conocida como Marilyn Monroe. En 1954 Jimmy Denny, manager del Grand Ole Opry despidió a un cantante después de una audición. Jimmy le dijo: "No llegarás nunca a nada hijo. Lo mejor que podrías hacer es volver a conducir un camión". Él se convirtió en uno de los cantantes más populares y famosos de Estados Unidos y de todo el mundo: Elvis Presley. Cuando Alexander Graham Bell inventó el teléfono el año 1876, no tenía su línea precisamente ocupada con llamadas y más llamadas de posibles inversores y patrocinadores. Tras una llamada de demostración ante el presidente de los Estados Unidos de América Rutherford Hayes, éste le comentó: "Este es un invento increíble, pero ¿quién querrá nunca utilizarlo alguna vez?". El inventor de la bombilla, Thomas Alba Edison, realizó más de 2000 experimentos antes de tener éxito y conseguir que funcionara. Un joven periodista le preguntó cómo se sentía después de tantos fracasos. Él respondió: "No he fracasado ni una sola vez. He inventado la bombilla. Simplemente ha resultado un proceso en 2000 etapas". En la década de 1940, otro joven inventor llamado Chester Carlson habló de su idea a 20 grandes compañías, entre las cuales se encontraban algunas de las más importantes de Estados Unidos. Todas rechazaron su invento. En 1947, tras 7 largos años de rechazos, finalmente encontró una pequeña empresa en Rochester, New York, la Haloid Corporation, que quiso adquirir los derechos de su invento: la transferencia electrostática de imágenes de una superficie fotoconductista a papel, es decir, la xerografía. Haloid se convirtió en la compañía Xerox conocida hoy en día. Wilma Glodean Rudolph nació en Clarksville, Tenesse. Ella era la número veinte de 22 hermanos. Por causa de la segregación racial no pudo nacer en el hospital local a pesar de ser prematura y pesar menos de 2 quilos. Realmente tenía unas escasas posibilidades de supervivencia. A los 4 años contrajo una doble neumonía, fiebre escarlatina, sarampión, paperas y una poliomielitis que le dejó como secuela una parálisis en la pierna izquierda. Los médicos le pronosticaron que nunca andaría bien. A los 9 años se sacó la prótesis metálica de la pierna, de la que dependía para moverse, y empezó a andar sin ella. A los 13 años ya caminaba con mayor o menor normalidad. Los médicos se referían a ella como un milagro. Ese mismo año decidió ser corredora. En la primera carrera en la que participó quedó la última. En los cuatro años siguientes quedó en última posición en todas las carreras en las que participó. Todo el mundo le decía que abandonara, pero ella no quería renunciar a correr. Entonces fue cuando empezó a ganar una carrera. Y otra. Y otra. A partir de ese momento ganó todas las contiendas en las que participaba. De esta forma aquella jovencita, a la que pronosticaron que no podría caminar más, consiguió 3 medallas de oro olímpicas. Lo que nos cuentan las historias anteriores es que el carácter no puede ser moldeado en la facilidad ni la tranquilidad. Sólo a través de experiencias de prueba y fracaso se puede fortalecer el alma, clarificar nuestra visión, inspirar nuestra ambición y conseguir el éxito. Enfrentándonos a nuestros temores es cuando ganamos fuerza, potencia y confianza en nosotros mismos. Debemos hacer aquellas cosas que no podemos hacer. Un ganador no es el que nunca fracasa. Un ganador es el que nunca abandona. Recordemos que muchas veces sólo tenemos una oportunidad. Es necesario vivir la vida con plenitud y entregar siempre el máximo. ¿No es interesante? Eduard Tamames Font Coach de Negocios Certificado www.actioncoach.com/eduardtamames