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¿Existe competencia real en las telecomunicaciones españolas?

Escrito por Jacinto Cavestany el 08/01/2013 a las 22:41:32
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(Director General de BT España)

Han transcurrido casi 15 años desde que se celebrara,  a bombo y platillo, la esperada apertura a la competencia del sector de las Telecomunicaciones en España. Un hito que, además de suponer la ruptura con 74 años de monopolio, prometía traer consigo un cambio cualitativo y cuantitativo en el modo en el que los, hasta entonces, sufridos abonados, podrían acceder a un mundo aún inexplorado de innovadores servicios tanto para el ámbito doméstico como para el profesional.

 

La liberalización del sector vislumbraba cambios en la contratación, en el régimen de tarifas, en la cantidad de servicios innovadores disponibles y, por supuesto, en la relación establecida entre las múltiples empresas dispensadoras y el, ahora, cliente, un activo llamado a ganar peso específico en la flamante agenda de los nuevos entrantes.

 

Aunque es indudable que, con el paso de los años, mucho se ha avanzado en cuanto a disponibilidad de servicios para los clientes, no es menos cierto que el nuevo modelo presenta  ciertos fallos estructurales que, tristemente, no se han sabido detectar y/o atajar.  

 

Hablamos, en esencia, de la falta de competencia efectiva en dos ámbitos como son el de la contratación de servicios de telecomunicaciones por parte de de los organismos públicos y de las grandes empresas y. Sobre el primero, basta a este efecto echar un vistazo al último informe Reina publicado (informe relativo al gasto en TIC de las AA.PP.) para darse cuenta de que el operador dominante continúa, tres lustros después de la pretendida apertura, concentrando el 84% de la inversión en telecomunicaciones. Respecto del segundo, el regulador del sector, la CMT ha indicado que el 70% de las grandes empresas son aún clientes del ex monopolio.

 

Siendo esta la situación no cabe sino preguntarse que es lo que ha fallado en todo este proceso .  ¿Han sido las reglas del juego, impuestas por el regulador? , ¿El empeño de los nuevos entrantes en el negocio?, ¿La actuación del regulador?

 

La experiencia de otros países con mayores éxitos en este terreno indica que para que exista una verdadera competencia es imprescindible que existan competidores fuertes, un árbitro (regulador) independiente, eficiente y comprometido con el objetivo de lograr competencia en el mercado  y unas reglas del juego  predecibles que velen por  una competencia en igualdad de condiciones, sin que ningún interviniente acapare posición de dominio. Y esto, en España, desgraciadamente ni se ha dado ni se  da en la práctica.

 

Apertura imperfecta

Solo si confluyen estos requisitos es posible trasladar al mercado los beneficios de una competencia real, que no son otros que  la libertad de elección, la disponibilidad de  productos innovadores y unos precios competitivos, capaces de dinamizar la demanda. Por el contrario, la ausencia de estos requerimientos ha provocado el abandono de algunos competidores que no pudieron soportar la presión de los números y de los objetivos. Otros, más perseverantes, continuamos en la brecha, pero siempre pendientes de la rentabilidad, ya que, pasados 15 años, las cuotas de mercado del  ex monopolio solo han cedido en torno al 20% en el mercado corporativo.

 

Los continuos cambios en la política regulatoria, incluida la recientemente previstafusión del regulador de telecomunicaciones con otros reguladores sectoriales y con la Comisión Nacional de Competencia, no ayudan, suponiendo un cambio en las reglas del juego cuando nos encontramos desgraciadamente en un  escenario de competencia incipiente pero muy frágil en el mercado residencial y prácticamente inexistente en el ámbito corporativo; un segmento éste último sometido a incertidumbres como las inherentes al nuevo marco regulador integrado y para las redes de nueva generación. 

 

 

Jacinto Cavestany

Director General de BT España