Actualizado el 23/04/2024
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¿Estamos saliendo de la crisis?Escrito por Joan Majó el 16/09/2014 a las 21:04:093265
(President del Cecle pel Coneixement. Ingeniero Industrial y ex-Ministro) Es evidente que hace un año o dos no nos hubiéramos hecho la pregunta, ya que no había ninguna razón para pensarlo. La pregunta era más bien aquella de ¿cuánto durará esto? Por tanto, podemos alegrarnos del cambio, pero debemos ser muy prudentes en la respuesta. Yo soy de los que piensan que no estamos todavía saliendo de la crisis y que la salida no será lo que muchos esperan. Quisiera desarrollar superficialmente estos dos puntos. 1. Crisis y recesión. Parece bastante claro que estamos saliendo, o ya hemos salido de la recesión. Es decir, que el PIB ha dejado de bajar y volvemos a un cierto crecimiento, pequeño pero claro. Esto es muy importante, porque sin esto no podríamos ni hacernos la pregunta. Pero esto no significa salir de la crisis porque la crisis tiene al menos tres dimensiones: la recesión, el desempleo, y el endeudamiento. Aunque sea simplificando, podríamos decir que el endeudamiento es una de las causas más claras de la recesión, y el paro una de sus consecuencias más dolorosas. Son bienvenidas las perspectivas de crecimientos del PIB, pero no está claro que permitan reducir de forma suficiente ni el endeudamiento ni el paro. Si además de las cifras del PIB, miramos las de las deudas y del empleo, vemos muy claro que estos aumentos de PIB, van en paralelo, con una cierta disminución del endeudamiento privado; con un continuado crecimiento de la deuda pública; y con una gran dificultad de reducir el paro. Esto es dramático para aquellas personas que han perdido sus ingresos (debido sobre todo a la falta de trabajo) y ven disminuir servicios o ayudas públicas (debido a las medidas de austeridad de los gobiernos). Sin unas nuevas políticas redistributivas, no podemos decir que estamos saliendo de la crisis, porque ellos no lo notarán ni lo creerán... 2. La economía post-crisis. Tanto para la reducción del endeudamiento como de la del paro, hay dos palabras clave: crecimiento y redistribución. Esto significaría retornar a las condiciones de las economías europeas de la segunda parte del siglo pasado, en las que se combinaban positivamente crecimiento de la economía y disminución de las desigualdades. Pero este modelo (que algunos han calificado de socialdemócrata) necesita unas modificaciones muy importantes para adaptarlo a los cambios que se han producido en el entorno durante los últimos cuarenta años. Son cambios relacionados con la globalización, con la limitación de los recursos naturales, con la demografía de nuestras sociedades, con la sensibilidad para los aspectos medioambientales, con el papel de las actividades financieras, y con la irrupción de las tecnologías digitales. Mientras no seamos diferentes, significa que no hemos salido y que todo crecimiento será frágil. Joan Majó, enginyer |
