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El valor de las cosas

Escrito por Domingo Ruiz el 10/11/2010 a las 00:12:51

(Director General ADTEL)

El valor, o mejor dicho el precio de los equipos, sistemas o servicios de telecomunicación, nunca ha sido demasiado alto, si se considera el beneficio social que el bien produce. Esto es todavía más palpable si se compara con otros productos del mercado.

 

Bastaría con considerar lo que vale 1 km de autopista, sin puentes por supuesto, y compararlo con una red de radioenlaces de alta capacidad. De hecho, como usuarios, que no como ingenieros, nunca nos parece suficientemente bajo "el precio de las telecomunicaciones"

 

Hace poco nos hicieron valorar un proyecto técnico de una antena de FM sobre una torre de telecomunicaciones ya existente. Nuestra cotización fue de alrededor de 3.000 euros y cuando presentamos el proyecto, nos fue rechazado por la administración, aduciendo que la torre estaba en una zona de servidumbre aeroportuaria, y que se requería el proyecto de un ingeniero aeronáutico. Al pedir la oferta a dicho colegio, nos contestaron que el proyecto costaría alrededor de 9.000 euros. Nuestra perplejidad fue mayúscula.

 

La situación ahora, alcanza niveles escandalosos. Cómo puede ser que frente a licitaciones de la Administración, aparezcan bajas del orden del 40% - 50% o hasta el 80% (en un concurso de Radio Nacional de España), Cómo puede ser?, quien ha hecho mal los números? Se ha equivocado el ingeniero de la administración o estamos trabajando por debajo de costes. Cómo acepta la administración estas ofertas? No existía el concepto de baja temeraria, precisamente para rechazar estos casos, No, ahora simplemente te requieren para que justifiques que no te has equivocado, y claro, ante el temor a perder la obra, hay que decir que de ninguna manera, que todavía hay margen para seguir bajando.

 

A este hecho se suma además, la bajada de precios debida a la llegada al sector de una serie de advenedizos que, huyendo de sectores donde la crisis aprieta más, se refugian en las telecos, que mal, pero van tirando.

 

No vamos bien, la Administración aprieta, los operadores estrangulan, las grandes integradoras subcontratan "n" veces, UTE construcción, UTE instalaciones, UTE telecos y finalmente quien trabaja?, porque hasta aquí nadie ha pegado sello.

 

En esta coyuntura, las pequeñas y medianas empresas nos apretamos el cinturón hasta que casi no podemos respirar.

 

Pero las cosas tienen un valor, el personal tiene un valor, los routers tienen un valor y las empresas necesitan un margen para crecer y para poder aspirar a mercados más ambiciosos.

 

Alguien tiene que parar esta dinámica. La única forma de que el país avance es haciendo que las empresas pequeñas se hagan medianas y las medianas se hagan grandes, para que todas puedan competir con el resto del mundo.