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Conciliación no es teletrabajo, ni ser mujer y hombre es lo mismo. Todavía.

Escrito por Elena Enriquez de Salamanca el 02/05/2023 a las 11:07:50
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(CEO de Touch in Touch, consultora de scouting y selección de recursos humanos)

No es lo mismo teletrabajar que conciliar. Como tampoco es lo mismo ser hombre que ser mujer. Todavía.

 

Teletrabajo y conciliación son conceptos obviamente relacionados, pero erróneamente confundidos. Y no, ninguno de los dos son cosa de mujeres. 

 

Que el teletrabajo es un medio que favorece la conciliación es evidente. Pero la conciliación va mucho más allá y engloba tantas o tan pocas medidas como cada compañía tenga ganas y creatividad para implantar.

 

Desde flexibilidad de horario, franjas horarias de disponibilidad y resto de jornada totalmente ajustable, intercambio de horas adicionales por días libres, posibilidad de cambios de turno, flexibilidad en la elección de vacaciones, sistema de trabajo por objetivos, jornadas reducidas, y por supuesto teletrabajo…, hasta políticas de mayor complejidad como semana laboral comprimida / 4 días, cheques guardería, guarderías en el centro de trabajo y un sinfín de prácticas que dependen no sólo de la inversión que esté dispuesta a asumir la organización sino de la predisposición y la lucidez que tenga la misma.

 

Aunque parece que algunos la perdieron al quitarse la mascarilla, la pandemia y la tecnología nos trajeron el teletrabajo como elemento base de la conciliación. ¿Dónde está entonces la resistencia que hace que multitud de compañías hayan olvidado su potencial? Sin duda en la sensación de pérdida de control. 

 

A pesar de los beneficios demostrados. A pesar de que el nivel de productividad aumenta al tiempo que lo hace el nivel de satisfacción y compromiso de los empleados. A pesar de que genera mayor compromiso e identificación que una subida salarial, que, por otro lado, pocas veces responde a las expectativas del empleado. Y, sobre todo, a pesar de que permite que la brecha entre hombres y mujeres en la atención de los hijos disminuya.

 

Y no, “tu caso no es diferente”. Escuchar el sentir de tu organización, del mercado y de la sociedad en general ya no es opcional. No si quieres ser capaz de atraer y retener talento de calidad.

 

Si el papel de la mujer es cada vez de mayor impacto y altamente representativo en los roles técnicos y mandos intermedios, por qué no lo es en las posiciones de carácter directivo. ¿Por qué sucede esto cuando la tecnología pone a nuestro alcance todos los medios para favorecer un modelo que concilie con las necesidades de cualquier empleado, siendo éste mujer u hombre? Simple reflejo de la base cultural que hay de fondo, la cultura del control y del presencialismo que todavía rezumamos. 

 

Mientras los planes de igualdad sean un power point, la conciliación sea teletrabajar los martes y los viernes y las reducciones de jornada las sigan pidiendo las mujeres, ellos seguirán ganando más aunque ocupen la misma posición. Ellos seguirán disponiendo de mejores oportunidades laborales o su velocidad del desarrollo-promoción será mayor. 

 

Luego vienen los lamentos por la escasez de talento. Escuchar a los empleados, adaptar estas prácticas a las necesidades organizativas, comunicarlas a nivel interno y externo (para mejorar la imagen marca y convertirse en un empleador atractivo) y evaluar su eficacia, es un ciclo que permitirá convertir en datos y hacer medible cada paso y acción asumiendo un riesgo mínimo.

 

Sistemas de trabajo abiertos, colaborativos y totalmente flexibles producen niveles de productividad claramente superiores. Ese debe ser el futuro, el de cualquier organización que no sólo apueste por su eficiencia, rentabilidad y competitividad sino por sus empleados. Y, como no, por la igualdad.

 

Todo esto es imagen de marca y verdadera experiencia de empleado,  y es mucho más barato que cualquier spot de tv o campaña publicitaria en medios contando lo mucho que valoramos a las mujeres.

 

Autora: Elena Enríquez de Salamanca, CEO de Touch in Touch, consultora de scouting y selección de recursos humanos.