Aproximación a la escuela híbrida

Miquel Àngel Prats | @maprats

Professor titular de tecnologia educativa a la FPCEE Blanquerna – URL

Introducción

A raíz de la pandemia, desde diversos organismos internacionales como la UNESCO (2020), la OCDE (2020) o UNICEF (2020) se insta a los gobiernos a combatir las brechas digitales y hacer un avance significativo en la digitalización educativa al servicio de la mejora de los aprendizajes y la personalización educativa a través de inversiones en infraestructuras, de formación y capacitación digital, y del desarrollo de modelos de escuela híbrida.

Ahora, desde diversos organismos internacionales se está insistiendo en que es importante continuar con los esfuerzos por construir una infraestructura para el aprendizaje remoto y por desarrollar la capacidad de estudiantes y profesores para aprender y enseñar en esta modalidad. La educación online puede facilitar la adquisición de aprendizajes esenciales del siglo XXI y de competencias como la colaboración, comunicación, la autonomía y el desarrollo de habilidades cognitivas.

A pesar de la progresiva vuelta a la normalidad, la crisis ha puesto de manifiesto el enorme potencial de innovación hasta ahora latente en muchos sistemas educativos. La experiencia adquirida en estos dos últimos cursos es una base fundamental para corregir y mejorar ese potencial. Pero la reapertura de los centros educativos no debe entenderse sólo como una reanudación del funcionamiento habitual de las escuelas. Hay que evitar “volver al pasado normal” y aprovechar todo lo aprendido, todas las competencias digitales adquiridas en estos meses y apostar de forma creativa para integrar los espacios, el tiempo, las personas y las tecnologías en un ecosistema de aprendizaje (OCDE, 2020).

Pero, ¿de qué va la educación híbrida?

La educación híbrida[1] combina dos ambientes de aprendizaje. Por un lado, el tradicional, que implica un contacto cara a cara, es decir, presencial. Pero al mismo tiempo se hace uso también de un ambiente de aprendizaje posibilitado por las tecnologías digitales, con actividades de aprendizaje on-line.

El aprendizaje híbrido es, en este momento, la solución que se está experimentando en la mayoría de países para afrontar uno o más cursos con confinamientos parciales. Ante posibles interrupciones y confinamientos parciales se están diseñando estrategias que alternan presencialidad y virtualidad para abordar las incertidumbres del próximo curso[2] y estar preparado para llegar y atender a todo el alumnado[3]. La verdadera oportunidad que brinda la educación híbrida es que permite transitar progresivamente en la integración de las TD hacia un modelo de aprendizaje inclusivo y de calidad.

Como decíamos antes, la educación semipresencial, híbrida o blended learning combina sesiones en las que profesorado y alumnado comparten presencialmente el mismo espacio y tiempo con sesiones de interacción y trabajo en entornos virtuales, en función de las necesidades de aprendizaje, del curso o de la materia a impartir.

En realidad, no es un concepto novedoso ya que tradicionalmente la formación ha combinado diferentes tipos de metodologías: clases magistrales, ejercicios, tutorías, prácticas, etc. Recordemos que la novedad del término se debe a que el espacio educativo y docente se amplía y el tiempo se modifica: no es necesario que el alumnado lleve a cabo la tarea en un mismo sitio y espacio temporal, sino que es posible realizar actividades de aprendizaje por medio de los espacios virtuales. De esta forma, el aprendizaje se flexibiliza y aumentan las posibilidades de actividades, de comunicación entre el alumnado, y entre el alumnado y el profesorado, así como de seguimiento de la labor de los estudiantes.

El proceso de enseñanza y aprendizaje en un modelo híbrido

El concepto de aprendizaje híbrido va más allá de la simple utilización de tecnología digital y entornos virtuales de aprendizaje: supone una reorganización y redefinición temporal y el impulso de metodologías centradas en el alumnado. Es un modelo que integra tanto elementos virtuales como presenciales que permiten utilizar las mejores características de cada entorno de aprendizaje manteniendo la continuidad entre formatos virtuales y presenciales. Así, las aulas híbridas pueden variar la proporción de las diferentes metodologías dependiendo de la materia y necesidades específicas de cada grupo de alumnos.

Además, el alumnado tiene algún elemento de control sobre los horarios, el ritmo de trabajo y el lugar del proceso de aprendizaje. Dado que lo que se pretende también con este modelo es fomentar la autonomía y la socialización del alumnado como elementos clave de la personalización del aprendizaje, la escuela ya pone a disposición del alumnado los espacios y los momentos para la atención individualizada, por el trabajo autónomo y personal y por el trabajo de forma colaborativa online o en grupo presencial. Así, por ejemplo, mientras en primaria el trabajo tanto virtual como presencial se da dentro del centro educativo en el horario lectivo, en secundaria (especialmente en los últimos cursos) se puede empezar a utilizar otros espacios fuera del recinto escolar (bibliotecas, aulas de estudio, equipamientos comunitarios o culturales,...) y fomentar la autonomía y el trabajo colaborativo del alumnado mayor.

Las tres principales fortalezas de este modelo de aprendizaje son que una parte del trayecto se realiza online, con algún elemento de control sobre el tiempo, el lugar, la ruta o el ritmo de su aprendizaje. Por tanto, que el espacio físico ya no es el central, ya que se puede generar la conectividad desde cualquier lugar (escuela y/o espacio comunitario). Y, por último, que a lo largo de la ruta de aprendizaje, las opciones de presencialidad y virtualidad están conectadas para proporcionar una experiencia de aprendizaje integrada y con apoyo y acompañamiento continuado, sin dejar a nadie fuera (Prats y Sintes, 2021).

Por tanto, planteamos desde aquí un modelo de escuela híbrida[4] con un enfoque diferente que resignifica y reconceptualiza el concepto de encuentro y presencia física y una nueva manera de entender el espacio virtual y la distancia. Es decir, un modelo que supera la clásica dicotomía entre el mundo presencial y el mundo virtual. Un modelo de escuela híbrida que trabaja poniendo el énfasis en un aprendizaje más profundo[5] y en las 6 famosas habilidades y competencias de Fullan[6]: creatividad, comunicación, colaboración, pensamiento crítico, carácter y civismo.

En definitiva, y sin miedo a equivocarnos, podríamos afirmar que una escuela híbrida es aquella escuela que concibe de forma muy diferente los espacios y tiempos de aprendizaje, haciéndolos extensivos y continuos.

En definitiva, recordemos una vez más que la transformación digital de la escuela no va única y exclusivamente de máquinas, chips y cables. Va de personas. De conocer y reconocer el talento de las personas que se encuentran en nuestras organizaciones y comunidades educativas y de darles apoyo y acompañamiento. La transformación digital de la escuela exige pensar también en formatos “flexibles” y modalidades formativas “diversas”. Las dimensiones de espacio y tiempo son clave para concebir un nuevo modelo de escuela. Como decía Sendov (1997)[7], el problema no es introducir las tecnologías digitales en la educación, sino construir un modelo de educación en presencia de las tecnologías digitales.

Fuentes documentales

OCDE (2020) A framework to guide an education response to  The COVID-19 Pandemic of 2020 a https://read.oecd-ilibrary.org/view/?ref=126_126988-t63lxosohs&title=A-framework-to-guide-an-education-response-to-the-Covid-19-Pandemic-of-2020

OCDE (2020) Schooling disrupted, schooling rethought. How the Covid-19 pandemic is changing education a https://read.oecd-ilibrary.org/view/?ref=133_133390-1rtuknc0hi&title=Schooling-disrupted-schooling-rethought-How-the-Covid-19-pandemic-is-changing-education

Prats, Miquel Àngel, & Sintes, Elena (2021). Com impulsar la transformació digital a l’escola. Fundació Bofill. https://fundaciobofill.cat/publicacions/educacio-hibrida

Sendov, B. (1997) Hacia la sabiduría mundial en la era de la numerización y la comunicación, en: Perspectivas. Revista trimestral en Educación Comparada. Dossier 103. UNESCO. Nuevas Tecnologías de la Educación II, Vol. XXVII, No.3, Septiembre

UNESCO (2020) Marco para la reapertura de las escuelas a https://es.unesco.org/news/marco-reapertura-escuelas

UNICEF (2020) LA EDUCACIÓN FRENTE AL COVID-19. Propuestas para impulsar el derecho a la educación durante la emergència  a https://www.unicef.es/educa/biblioteca/la-educacion-frente-al-covid-19

Noticias Relacionadas: