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Alarma social: se recrudece la violencia juvenil en España

Escrito por José Mompin Poblet el 29/05/2018 a las 18:37:54
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(Presidente de Honor de la Asociación Iberoamericana de Periodistas Especializados y Técnicos (AIPET))

Últimamente asistimos horrorizados a noticias como la de una niña de 11 años que ha dado a luz, violada por su hermano de 13; menores de edad que asesinan brutalmente a dos ancianos en su casa para robarles; violaciones en grupo a cargo de cuatro menores de edad; un niño de 14 años que mata su hermano de 19 por una discusión absurda, brutales peleas al salir de clase, filmadas y colgadas en redes sociales, bulling creciente en colegios, etc., etc.

 

Como consecuencia de ello, vuelven a aparecer voces que reclaman “más educación”. Y es cierto, desde hace varias décadas que en España se ha descuidado mucho la educación en VALORES. Esas mismas personas opinan que la educación hay que recibirla en casa, no en la escuela. Sin embargo, pienso que la escuela está obligada a dar a todos los niños y adolescentes la educación que, evidentemente en muchos casos, no reciben en casa. Parece claro que muchos padres no pueden, no saben o no quieren educar a sus hijos. La educación es una tarea compleja, que deben compartir padres y profesores.

 

La irrupción de las nuevas tecnologías de la comunicación, que permite a los jóvenes el acceso, sin restricciones y sin control, a todo tipo de contenidos, los videojuegos, la TV y el cine al alcance de un simple mando a distancia, está provocando un crecimiento cualitativo y cuantitativo de comportamientos antisociales por parte de niños y jóvenes. Asistimos aterrados a videos juveniles de peleas brutales… vamos, como se suelen ver en ciertas películas o videojuegos.

 

Mi amiga Leonor, que trabaja en el Tribunal de Menores de Barcelona, me dice que hay adolescentes que han sido llevados ante el juez más de 100 veces, riéndose y tuteando, chulescamente, a oficiales y policías, sabedores de que los van a soltar de inmediato, o que, si son internados en reformatorios, se van a escapar cuando quieran (en Bilbao se han escapado en el último año, unos 30 jóvenes del centro de menores).

 

Educar en VALORES. ¿Quién debe hacerlo?

 

Los niños deben aprender a diferenciar lo bueno de lo malo, y sus padres ayudarles a desarrollar una conciencia moral. La familia es la primera escuela de la vida, y en ella hay que trasmitirle los valores que conforman a una persona buena, íntegra, coherente, capaz de estar y convivir en sociedad.

 

Pero la educación en familia no basta, es preciso complementarla con la implicación de maestros, la comunidad educativa y la sociedad en general. Educar en la escuela no es sólo el aprendizaje de materias, habilidades y temarios, sino educar en el ámbito moral y el civismo, con el objetivo final de formar ciudadanos libres y responsables, que contribuyan a crear una sociedad mejor, más justa, habitable e igualitaria.

 

a) valores personales o humanos

 

Hay que formar a los niños para que sean ordenados, generosos, sinceros, responsables, tolerantes, educados, cívicos, que hagan un consumo lógico y sostenible, que cultiven su autoestima, que potencien la amistad y el respeto hacia los demás. Hay que darles ejemplo en lo más cotidiano, por ejemplo, en el trato educado y respetuoso hacia los camareros y las personas que nos atienden en un comercio. Y como éstos, infinidad de pequeños detalles, que el niño asimilará desde su más tierna edad. Estos valores personales deben aprenderse principalmente en casa, en el entorno familiar, aunque no estaría de más que también se trataran en el colegio.

 

Los “viejos” tuvimos clases de “urbanidad” en el colegio, en donde nos enseñaron comportarnos en la mesa, a ceder el asiento a los mayores; así en una serie interminable de detalles para ser educados y para comportarse con civismo en la vida; luego vinieron los educadores “progresistas” y se cargaron la educación, que no sustituyeron por nada equivalente. Y así estamos.

 

b) valores universales o morales

 

Hay que inculcar al niño y al adolescente valores tales como el respeto al medio ambiente, a las plantas y a los animales. Hay que educarlos en la libertad, sin renunciar al espíritu crítico. Hay que educar en la solidaridad, en defender la igualdad entre seres humanos, en el respeto a las leyes y normas de convivencia, en la justicia social y en la defensa de la paz…Estos valores morales no son los únicos, pero sí los más importantes. Creo que estos valores deben ser inculcados, principalmente en la escuela, sin que ello quiera decir que la familia se desentienda.

 

En ocasiones, hablando con personas de una cierta edad, cuando comentamos algunas de las atrocidades que aparecen en los medios de comunicación protagonizadas por niños o adolescentes, echamos de menos la educación que recibimos de niños, muchos de los cuales asistimos a colegios de “curas o monjas” que, “coscorrones” aparte, y una inexistente educación sexual o política, ciertamente nos educaron en VALORES humanos. Y en esto coincidimos todos, los de derechas y los de izquierdas. Yo estoy particularmente agradecido a los religiosos Salesianos, como otros lo estarán de los escolapios, de los jesuitas, de los hermanos de la Salle…Y las chicas, lo mismo con las congregaciones religiosas que se dedican a la enseñanza.

 

Hoy, una parte de la juventud ha abrazado los llamados “antivalores”; es decir: la violencia física o psíquica, el culto al cuerpo y a la belleza, el consumismo desmesurado de ropa, calzado y dispositivos electrónicos, el consumo de alcohol y drogas, así como el sexo precoz. Y para reconducirlos vamos a necesitar de algunas décadas, así como una nueva política educativa que tenga presente que la educación en VALORES es primordial. Sin duda, la formación y colaboración entre padres y educadores es imprescindible, como también lo es la colaboración de los medios de comunicación audiovisuales públicos y privados. La TV no es sólo un medio de comunicación y de diversión, sino también de educación social.

 

Josep Mompín Poblet