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Primera compra de un inmueble con criptomonedas en Portugal

Escrito por Guillem Alsina el 24/05/2022 a las 18:12:03
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Tres bitcoins (unos 110.000 €) ha costado un apartamento de tipo T3 en Braga (Portugal, al norte del país, entre Oporto y la frontera con Galicia), en la primera transacción inmobiliaria realizada en el país vecino y en Europa, utilizando solamente criptomonedas y sin realizar ninguna conversión a euros, informa la versión lusa del portal Idealista.


Portugal es uno de los últimos países que no cobra impuestos por la posesión de criptomonedas, en una agresiva política para atraer inversores, que ha llevado a convertirlo en una referencia a nivel mundial para los detentores de este tipo de monedas. No obstante, parece no haber debate en el país (ni político, ni social) sobre la conveniencia de, por ejemplo, adoptar el Bitcoin como moneda de tipo legal, por lo que esta estrategia estaría orientada a la atracción de inversiones extranjeras.


Por contra, en España y en la mayoría de países, las operaciones con criptomonedas ya pagan impuestos.


Según explica Idealista, la operación se ha podido llevar a cabo gracias a la nueva reglamentación de la orden (colegio) de notarios que prevé la fórmula de la permuta para realizar operaciones de compraventa utilizando criptomonedas.


Esto significa la firma, por ambas partes, de un documento legal que prevé la cesión por un lado del inmueble, y por el otro de la cantidad de criptomonedas acordada, todo ello ante notario.


Antes de que este nuevo marco legal permitiera y facilitara este tipo de intercambios, era obligatorio realizar una conversión a euros de las criptomonedas para poder llevar a cabo la operación de compraventa.


Zome, la inmobiliaria lusa que se encuentra tras la firma de la operación de compraventa, ha declarado a través de su página de Facebook que la operación es histórica y que abrirá un nuevo mercado para el cual ya están preparados.


Toda la operativa ha contado con medidas legales para evitar la posibilidad de blanqueo de capitales, lo cual ha significado que la parte que ha abonado los bitcoins, ha tenido que declarar la procedencia de dicha criptomoneda, así como los datos de las dos carteras digitales que han participado en el intercambio.


Otro punto a hacer notar sobre esta operación es que no ha habido presencia bancaria más allá de certificar que los bitcoins utilizados para la operación de compra habían sido adquiridos a partir de una cuenta bancaria. Si estas operaciones se multiplican en el futuro, el papel de los bancos puede empezar a reducirse, primero testimonialmente, pero con un futuro abierto en este sentido para más adelante.