GPT-3 es el modelo de procesamiento del lenguaje natural más conocido y utilizado del mundo, ya que gracias a un extensivo entrenamiento, es capaz de generar textos que, muchas veces, pueden pasar por aquellos escritos por un ser humano.
Para utilizarlo es necesario disponer de conocimientos técnicos a nivel de programación, ya que se encuentra disponible vía una API que es la que se utiliza para integrar dichos sistema en toda suerte de productos, como bots de atención al cliente.
Hasta ahora, para poder acceder a esta API, era necesario inscribirse y esperar a que a uno le dieran turno para poder ‘jugar’ con este procesador de lenguaje, tras haber pasado una revisión del proyecto.
Esta barrera de la lista y la espera es la que ahora ha eliminado OpenAI, la compañía responsable del modelo GPT-3 y que mantiene una alianza estratégica con Microsoft, con lo cual agiliza el acceso a los desarrolladores para que estos puedan desarrollar sus proyectos.
El uso de GPT-3 es gratuito, pero con recursos limitados, y ahí es donde se encuentra el negocio: como con muchas otras tecnologías, la muestra es gratuita, pero el posterior uso profesional con recursos ilimitados una vez se ha comprobado que la solución funciona y es útil para responder a una necesidad, requiere de una cuota de pago.
Las temáticas de los textos que se pueden generar también están limitadas y, por ejemplo, no es posible hablar de sexo si no es para propósitos educativos o en referencia a la salud sexual, así como desde la organización buscan identificar aquellas aplicaciones que tengan como objetivo sembrar odio en las redes sociales, por ejemplo, en materia de política.
Este escrutinio de los proyectos no desaparecerá, y desde OpenAI indican a Axios que disponen de herramientas automatizadas (como si no) para controlar que las aplicaciones desarrolladas no violen las normas de uso.
La finalidad última de este movimiento sería -también según Axios- la de buscar una mayor rentabilización de GPT-3 a base de incrementar el grueso de los proyectos que se llevan a cabo sobre este motor de procesamiento del lenguaje natural.
Los generadores automáticos de texto de calidad son los enemigos naturales y directos de quienes ocupan el puesto de copywriter, un perfil que se dedica a la redacción de contenidos rápidos, ligeros y de forma barata, para dotar de volumen de contenido a sitios web.
De hecho, es un perfil que es el encargado de ‘procesar’ las notas de prensa que llegan a la redacción de un medio de comunicación, teniendo solamente que volver a redactar el mismo contenido o casi, de forma que este luzca distinto.
Estos sistemas no sustituirán el verdadero periodismo, el de investigación o el opinativo, pero posiblemente den al traste (ni que sea a largo plazo) con miles de posiciones de copywriters, ya que podrán producir de forma más rápida y barata, lo cual también podría conllevar un incremento del ya abundante contenido intrascendente que encontramos en Internet.
