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Nuadda Translations advierte de las limitaciones de la IA en la traducción

Escrito por Agencias Externas el 19/05/2025 a las 18:25:08
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La inteligencia artificial (IA) ha transformado la redacción y la interpretación al ofrecer nuevas herramientas para agilizar la labor de traducción. Sin embargo, esta revolución tecnológica no está exenta de desafíos, ya que presenta errores que pueden comprometer la calidad, la ética, la cultura y la precisión en entornos multilingües.


Es esencial promover un uso responsable y consciente de estas tecnologías, dado que estamos ante “máquinas” incapaces de replicar por completo la inteligencia humana, el juicio crítico y la sensibilidad cultural que las personas acumulamos en nuestra experiencia vital. En este contexto, se vuelve imprescindible fortalecer las competencias intelectuales y poner en valor la precisión, el criterio especializado y la capacidad de adaptación cultural que solo un traductor profesional puede aportar.


Los algoritmos de la IA, por muy avanzados que sean, aún no pueden comprender los matices culturales y sociales que un traductor humano interpreta y traslada de manera intuitiva”, afirmaArancha Caballero, fundadora y CEO de Nuadda, presidenta de ANETI y miembro activo de los comités técnicos de Servicios de traducción y Lenguaje claro de UNE.


Nuadda Translations, empresa española pionera en gestión de la comunicación multilingüe, subraya que la traducción profesional no implica únicamente la transferencia lingüística, sino también la interpretación, la adecuación a contextos culturales específicos y la aplicación de principios éticos, aspectos que la IA no puede garantizar.


Limitaciones invisibles de la IA


Los modelos generativos presentan deficiencias, entre ellas las llamadas alucinaciones, es decir, la invención de datos, hechos o cifras inexistentes. Estos fallos pueden ser peligrosos en ámbitos jurídicos, sanitarios o financieros, donde un error puede tener graves repercusiones.


Además, la IA funciona mejor con idiomas mayoritarios, ya que muestra carencias notables en lenguas con menos recursos digitales, generando resultados incompletos, imprecisos y con errores gramaticales.


Otra limitación aparece al gestionar el contenido de los documentos, donde los sistemas pueden alterar formatos, mezclar términos, omitir apartados esenciales o introducir errores terminológicos, lo cual es inaceptable en entornos donde se exige la máxima precisión. En este sentido, el informe State Machine Translation 2024 de Intento, afirma que incluso los traductores profesionales realizan, en promedio, un 11 % de correcciones sobre los textos generados por traducción automática y destaca que los errores de traducción representan el 80 % de las faltas graves o críticas en documentos multilingües.


Por otro lado, el uso intensivo de la IA requiere enormes cantidades de energía, contribuye a la huella del carbono digital, lo que genera preocupación entre las empresas que están comprometidas con los principios ESG (medioambientales, sociales y de gobernanza).


Cómo podemos trabajar con la IA


La CEO de Nuadda asegura que: “para lograr un trabajo de traducción eficaz con la IA, es imprescindible comprender cómo actúa la herramienta, además de tener el conocimiento y la especialización necesarios en la materia. La IA es predictora: basándose en datos acumulados ofrece unos resultados. Pero si hay poco corpus, por ejemplo, en el caso de algunas combinaciones de idiomas o contenido muy innovador, es poco fiable. Por ello, no se deben aceptar sus resultados al pie de la letra, siempre es necesario aplicar un criterio crítico, riguroso y profesional”.


Además, se deben comprobar cuidadosamente los datos y verificar cada referencia, cifra o hecho generado, ya que es frecuente encontrarse con alucinaciones, es decir, invenciones de información que pueden parecer fiables, pero que no lo son. También hay que detectar los sesgos y la censura, esto ocurre cuando los resultados reflejan perjuicios culturales, políticos o sociales. Finalmente, nunca se puede copiar lo que la IA escribe como si fuera cierto. El contenido tiene que ser revisado, adaptado, corregido y contrastado.