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Microsoft cierra HealthVault. Estas son las alternativas

Escrito por Guillem Alsina el 30/07/2019 a las 13:16:11
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Microsoft ha anunciado el cierre, para el próximo 20 de noviembre, de su servicio online gratuito HealthVault, el cual ha venido proporcionando desde 2007 un espacio en el que los internautas podían guardar sus registros médicos y sus datos de salud, compartiendolos con su médico de cabecera, con otro personal médico, o con familiares y personas allegadas según su libre decisión.

 

Los usuarios de este servicio pueden estar preguntándose qué harán a partir de ahora con sus datos, y no solamente con los que generarán en el futuro, si no con todo el volumen de datos que tienen acumulado desde que empezaron a utilizarlo, es decir, su historial médico y de salud.

 

Por suerte para ellos, y con todavía algunos meses de margen, la competencia de Microsoft ya se ha puesto manos a la obra para ofrecer una alternativa, incorporando herramientas para la migración de los datos desde HealthVault a sus propias plataformas.

 

Una de estas es FollowMyHealth, de Allscripts, que ha disponibilizado tanto a través de su entorno web como en sus apps para iOS (iPhone, iPad) y Android las facilidades necesarias.

 

Es el mismo caso de Lydia, de Get Real Health, otra plataforma competencia de la de la compañía de Redmond que se ha puesto las pilas en la carrera para captar a los usuarios de HealthVault, que inevitablemente se extinguirá.

 

Los riesgos de poner toda nuestra salud online

 

Los beneficios de este tipo de plataformas son evidentes, pero no están exentas de riesgos. Y, el principal, es que nuestros datos acaben en malas manos.

 

Pero ¿qué problemas me puede causar que alguien sepa mi presión sanguínea?” podemos preguntarnos fácilmente. A priori parece inocuo, pero con estos datos a la venta, por ejemplo, debe preocuparnos el comprador.

 

Nuestros datos pueden acabar en el submundo de compraventa de datos de la dark web, por poner un ejemplo y, a partir de aquí, ser adquiridos dentro de un paquete junto a los de otras personas, o de forma individual, por alguien (o para alguien) que quiera hacernos daño.

 

Y si bien esta información puede no parecernos dañina, la información es poder, y alguien con más información de la que pensamos que tiene sobre nosotros, puede suponer un riesgo no mensurable para nuestra seguridad.

 

¿Existen alternativas? Particularmente, mis registros de presión sanguínea se encuentran en una hoja de cálculo que llevo conmigo cuando voy al consultorio de mi doctora de cabecera por si quiere revisarlos...