La inteligencia artificial puede pasar a la historia por muchas cosas, algunas importantes o interesantes, otras banales, e incluso algunas otras curiosas, como el hecho de que sea la primera tecnología cuyo uso en el ámbito corporativo es impulsado por los directivos, y no por los técnicos/tecnólogos.
En un artículo recientemente publicado, el Wall Street Journal parte de su propia experiencia como compañía organizadora del CIO Network Summit que se celebró este pasado día 2 de octubre en Nueva York, y en el que se trató el interés en la IA generativa que se ha dado desde el lanzamiento público de herramientas como ChatGPT y Dall·E 2, y que llevan la IA generativo tanto a las manos de las empresas, como a las de los trabajadores individuales o el público consumidor final.
La principal conclusión de aquel evento (y que así queda reflejada en el artículo) es que, en el mundo corporativo, la IA generativa está emergiendo de una forma distinta en comparación con otras revoluciones tecnológicas anteriores, y que mientras que tradicionalmente, los avances tecnológicos han sido impulsados por los tecnólogos (es decir, era terreno de los CIOs), en esta ocasión el liderazgo proviene de los propios CEOs.
Esto no significa que los tecnólogos queden al margen, ya que la adopción y despliegue de esta tecnología queda en manos de los CIOs y de los respectivos departamentos técnicos, quienes, y según el WSJ, deben asegurarse que sus empresas no se dejan llevar únicamente por el entusiasmo, ya que esta tecnología todavía se encuentra en desarrollo, y puede generar contenido incorrecto, lo que se conoce como alucinaciones.
Probablemente, la extrema facilidad de uso para estas herramientas que da poder interactuar con ellas mediante lenguaje natural a diferencia de lo que han sido otras revoluciones tecnológicas que han requerido por parte de los usuarios mayores conocimientos técnicos y/o formación, es uno de los factores que le ha permitido extenderse como la pólvora y llegar a una gran cantidad de profesionales y usuarios.
Warren Kudman, vicepresidente sénior y CIO de Turner Construction, reflejó la perspectiva cautelosa pero optimista de muchos líderes empresariales: “todos buscamos algún tipo de prueba de concepto que podamos implementar rápidamente para confirmar su impacto real. Hay urgencia; nadie quiere quedarse atrás, a pesar del entusiasmo que la rodea”.
Johnson&Johnson está utilizando la IA para mantenerse al día en la I+D: “la idea es usar herramientas de IA generativa para recopilar la última información médica y ponerla a disposición de nuestros científicos”, explicó Jim Swanson, vicepresidente ejecutivo y CIO.
Una compañía puramente tecnológica como es Check Point Software, afirmó por boca de su vicepresidente de ingeniería, Jeff Schwartz, que la IA "permitirá que cada organización se beneficie".
David Glick, vicepresidente sénior de servicios empresariales en Walmart, afirmó que este auge tecnológico, impulsado en gran medida por líderes empresariales que no están directamente al cargo de los departamentos tecnológicos, tiene un valor intrínseco percibido por los usuarios y los CEOs.
En el evento organizado por el WSJ también se expuso el caso de Abbott, que está explorando programas piloto en áreas como automatización de marketing, priorizando la seguridad y privacidad de datos. Sabina Ewing, CIO global de Abbott, destacó la importancia de utilizar versiones corporativas de las aplicaciones y servicios de A en entornos seguros en lugar de las versiones dirigidas al público general.
Cal Henderson, CTO de Slack, puso la nota realista al sugerir que los avances reales son todavía incrementales: “el impacto real que se observa es mucho menor. Las personas sienten que son más productivas, pero los resultados no han cambiado significativamente”.
