Muchos de nosotros ya llevamos inteligencia artificial en nuestros bolsillos, concretamente en el smartphone: asistentes inteligentes que reconocen nuestras órdenes por voz y responden a estas, y aplicaciones de cámara fotográfica que mejoran el resultado de la imagen “comprendiendo” qué es lo que hay plasmada en ella.
Es un tema candente, y en casi todos los países se han visto ya en la práctica o presentadas, iniciativas que buscan potenciarla, regularla, o generar ingresos con ella. Pero hasta ahora, parecía medianamente alejada del foco político mundial, hasta que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas la ha puesto en el centro del foco.
En dicha asamblea, que reúne a los más altos representantes de cada uno de los países que forma parte de la organización, mandatarios como Boris Johnson (Primer Ministro británico), Marcelo Rebelo de Sousa (Presidente de la República Portuguesa), o incluso el mismo Donald Trump (Presidente de los Estados Unidos).
No obstante, la intervención que más tinta ha hecho verter en los medios ha sido la del premier británico Boris Johnson, debido sobretodo a su cita a la posibilidad de que, con una IA descontrolada, acabáramos viendo robots como los descritos en la saga Terminator.
En general, los líderes mundiales que han citado el tema no se han mostrado escépticos, pero sí cautos, realizando llamamientos a ser conscientes del potencial de la IA y a utilizarla con un buen fin.
El mismo Secretario General de la Organización, el portugués António Guterres, también se ha referido a la inteligencia artificial, aunque sólo fuera tangencialmente cuando hablaba del riesgo de polarización del mundo (en una clara alusión a la guerra comercial que mantienen China y los Estados Unidos), la cual podría llevar a dos bloques separados en competición.
Cada uno de estos dos bloques contaría, según Guterres, con su propio sistema económico y moneda dominante, su propia Internet, su propia tecnología de inteligencia artificial (se supone que tanto esta como la “propia Internet”, incompatibles entre sí), y su propia estrategia militar.
La Organización de las Naciones Unidas ya ha tratado el tema de la inteligencia artificial, su uso y sus posibilidades en el pasado a través de la UIT (Unión Internacional de Telecomunicaciones), entidad que a su vez organiza la iniciativa AI for Good (y que podríamos traducir por IA para buenos propósitos), que se concreta en un encuentro presencial y una serie de grupos de trabajo coordinados con otras tantas instituciones de las Naciones Unidas.
Así, la ONU ha hecho pasos para detectar las oportunidades y los riesgos, así como emitir recomendaciones, para el uso de la inteligencia artificial en áreas como la aviación civil, desarrollo económico y social, investigación en el espacio exterior, o educación entre otras.
