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La descarga como progreso

Escrito por Redacción TNI el 24/02/2010 a las 00:33:40
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Cifras alarmistas se ciernen sobre el mundo de las discográficas. La noticia reza el siguiente titular: los países con fuertes leyes antipiratería como Suecia o Corea han experimentado en los últimos tiempos un aumento de las ventas mediante soporte tradicional después de las recaídas que generó el fenómeno de la descarga y el P2P. Por el contrario aquellas naciones que aun no tienen una legislación dura y sancionadora ven como las empresas de este sector, año tras año, viven una situación de perdida. El caso español es sin duda y según la Federación Internacional de la Industria Discográfica el más preocupante dentro del marco Europeo. De los 254,4 millones de euros de beneficio por música grabada de 2008, en 2009 sólo se perciben 211. Eso significa un descenso del 17 por ciento. Otras cifras arrojan lucidez en las tinieblas de las discográficas. Entre los años 2004 y el actual, las ventas de álbumes españoles descendieron en un 65 por ciento. Finalmente vemos que en el Estado español son el 32 por ciento los usuarios que descargan música de forma ilegal frente el 15 por ciento de media europeo. Número y datos que son una arma potentísima para aquellos defensores de la legalidad represora en el mundo de la cultura y que de bien seguro van a usar para llevar adelante sus planes. Sin duda un debate con dos posiciones contrapuestas que no tiene una resolución demasiado clara. A la mente pero, nos vienen casos del pasado que deberían hacernos reflexionar sobre el futuro: En el centro de Barcelona como bien saben sus habitantes, hay un sinfín de calles que reciben nombres de oficios antiguos. Hoy por hoy esas calles no albergan ningún comercio de esas artesanías. Es más, muchas de éstas han desaparecido. En su momento hubo tensiones entre progreso y tradición inmovilista que se resolvieron a favor del primero. Así sucede en nuestros días, quizás esas empresas llamadas discográficas son el esqueleto de un viejo engranaje que no resuelve las inquietudes del presente y que por lo tanto deben desaparecer en pro del progreso.