El sector financiero atraviesa un proceso de cambio profundo
para responder a un entorno donde las transacciones digitales, los pagos en
tiempo real y las transferencias internacionales son la norma. Al mismo tiempo,
las regulaciones evolucionan rápidamente debido a la incertidumbre geopolítica,
incrementando las demandas de privacidad y seguridad.
Según una encuesta
realizada por Kyndryl, el 91% de los líderes del sector confía en que su
infraestructura de TI está en buen estado. Sin embargo, el 45% reconoce que
muchas de sus herramientas o procesos están llegando al final de su vida útil y
solo el 41% se siente totalmente preparado para enfrentar riesgos futuros.
En este contexto, las prioridades de la banca en 2025 serán:
- Actualizar sistemas heredados: esto no solo reducirá costes
y deuda técnica, sino que también permitirá a las instituciones competir más
eficazmente con fintechs y neobancos.
- Adoptar IA para reforzar la ciberseguridad y el cumplimiento
normativo: las tecnologías de IA generativa se utilizarán para detectar
actividades sospechosas y actualizar de manera ágil los documentos
regulatorios.
- Simplificar y modernizar los sistemas de pago: las empresas
buscarán unificar herramientas para reducir costes y mejorar la experiencia del
cliente.
- Impulsar el uso de plataformas low-code y no-code: las
empresas líderes están apostando por este tipo de plataformas para acelerar su
transformación digital, ya que permiten desarrollar aplicaciones de forma rápida
y personalizada, facilitando así la gestión de entornos híbridos y automatizando
flujos de trabajo. Un ejemplo de esto es la banca digital y la creación de
productos de crédito personalizados.
Por su parte, el sector asegurador se enfrenta a desafíos sin
precedentes derivados de la inflación, interrupciones en la cadena de suministro
y el impacto creciente de los desastres naturales. Estas dinámicas obligan a las
aseguradoras a ajustar costes y modelos de negocio, enfrentando el reto de
mantener sus servicios accesibles para clientes y empresas.
Según el mismo estudio realizado por Kyndryl, el 94% de los líderes de seguros
confía en su infraestructura tecnológica. No obstante, el 56% indica que muchas
de sus herramientas están obsoletas y apenas el 39% considera que su
infraestructura está lista para gestionar riesgos futuros.
Con este enfoque, las aseguradoras priorizarán en 2025:
- Automatizar los procesos de reclamaciones: la IA permitirá
acelerar la gestión de reclamaciones y detectar fraudes de forma más
eficiente.
- Reclutar talento con experiencia en tecnología y atención al
cliente: este enfoque ayudará a modernizar procesos y a ofrecer un
servicio más rápido y personalizado.
- Incorporar datos climáticos avanzados: asociarse con
proveedores tecnológicos facilitará el uso de información satelital y local para
gestionar riesgos climáticos con mayor precisión.
- Potenciar la IA generativa: esta tecnología desempeñará un
papel crucial en la predicción de riesgos y la protección de los datos de los
clientes.
Sin lugar a duda, la tecnología seguirá siendo el motor del cambio en la banca y
los seguros, permitiendo a estas industrias adaptarse a un entorno en constante
evolución. Kyndryl continuará trabajando junto a líderes del sector para
garantizar que estén preparados para los retos y oportunidades que presenta el
2025.
Entre la cartera de clientes de Kyndryl se encuentran Kutxabank,
Unicaja,
Cecabank,
BPER
Banca, Canara
Bank Limited,Deutsche
Bank,Alinma
Bank,Bank
of Cyprus, así como con aseguradoras como: Río
Uruguay Seguros,Rimac
Seguros, Interseguro,SulAmérica,
entre otros. Estas alianzas están impulsando la modernización de
infraestructuras tecnológicas, permitiéndoles optimizar operaciones, fortalecer
su resiliencia y adaptarse de manera rápida a un mercado cada vez más
digitalizado y competido.