KLM, Transavia y Elysian Aircraft han anunciado conjuntamente que colaborarán para acelerar el desarrollo e implantación de la electrificación en los vuelos de media y corta distancia. Dicha colaboración consistirá en la realización de talleres conjuntos, análisis de los requisitos tecnológicos, operativos y comerciales con el objetivo de introducir modelos como el E9X de Elysian a propulsión eléctrica, diseñado para transportar 90 pasajeros y con una autonomía de 800 kilómetros con una sola carga, aunque la firma tiene planes para incrementar su autonomía hasta los 1.000 km.
Se calcula que la aviación comercial concentra en torno a un 3% de las emisiones mundiales de CO?, y se le atribuye un 4% del calentamiento global. Con la demanda de viajeros al alza, la aviación eléctrica se plantea como una alternativa para reducir emisiones, aunque por el momento limitada a los trayectos de corta y media distancia.
Desde Elysian indican que, en un futuro, los aviones eléctricos podrían hacerse cargo de la mitad de todos los vuelos programados, recortando un 20% de las emisiones provocadas por la aviación a nivel mundial. Según las tres compañías firmantes del acuerdo, en corredores como Ámsterdam-Londres, los vuelos eléctricos podrían ser viables y competitivos frente a otras alternativas de transporte.
Los talleres que organizarán las dos aerolíneas y la constructora de aviones reunirán a especialistas en diseño, mantenimiento, planificación de redes y experiencia de cliente. La información operativa y comercial que se obtendrá en estas sesiones condicionará de forma directa el diseño y la futura implementación del E9X.
Transavia enmarca esta cooperación en su estrategia de sostenibilidad e innovación. Además de su experiencia en mantenimiento y operaciones, la aerolínea de bajo coste del grupo KLM-Air France aporta una visión centrada en el pasajero y participa en la definición de soluciones orientadas a la escalabilidad comercial con el objetivo de que la transición sea técnica y económicamente viable.
Por su parte, KLM participa dentro de su estrategia hacia una aviación de cero emisiones. La histórica compañía, con más de un siglo de existencia a sus espaldas, destaca la conveniencia de intervenir desde fases tempranas para aportar valor al diseño y a las operaciones, y subraya la contribución de los pilotos, cuya experiencia práctica es útil para ajustar el rendimiento del avión y la gestión energética.
A lo largo de los próximos meses, las tres entidades prevén trabajar en casos de uso concretos, análisis de rutas y propuestas centradas en el pasajero. Más allá del desarrollo del aparato, el propósito común es rediseñar el ecosistema que haga posible la aviación eléctrica y facilite su adopción.