Este ha sido un buen año para la arquitectura de chips ARM, que ya hace tiempo que domina en el ecosistema móvil, pero que a lo largo de este 2024 que estamos a punto de dejar, ha cimentado su presencia cada vez más fuerte en el mercado de los ordenadores, especialmente en los portátiles, donde además de equipar a los Apple Mac, también se ha dejado ver con cierta fuerza en equipos PC que funcionan regidos por el Windows de Microsoft.
Pero, sin lugar a dudas, el campo que más daño ha hecho a la arquitectura x86-64 y más ha colaborado al buen momento que vive la ARM, ha sido el de los centros de datos, especialmente aquellos dedicados a tareas de la inteligencia artificial y, más concretamente, beneficiando a la fabricante NVIDIA.
Es en este contexto de fortalecimiento de la plataforma ARM y, por lo tanto, de cierto retroceso de la presencia de la arquitectura x86-64, Intel y AMD (principales fabricantes de chips de esta última) anunciaron la formación de un grupo asesor centrado en el mismo ecosistema x86 con el objetivo de impulsar la evolución de dicha arquitectura, y para asegurarse que siga siendo estandarizada entre los distintos fabricantes.
La nueva organización reúne a líderes tecnológicos de distintas empresas, que colaborarán en la identificación de métodos para ampliar el alcance de la arquitectura x86, mejorar la interoperabilidad entre plataformas y proporcionar a la comunidad de desarrolladores una vía para plantear necesidades arquitectónicas.
Entre las firmas fundadoras de esta organización encontramos, además de a Intel y AMD, a Google, Broadcom, Dell, HP, Lenovo, Microsoft, Oracle y Red Hat.
Durante más de cuarenta años, la arquitectura x86 ha sido un pilar fundamental del cómputo moderno. Ante el crecimiento de flujos de trabajo vinculados a la inteligencia artificial, la aparición de nuevos chiplets personalizados y los avances en empaquetado 3D, tanto Intel como AMD consideran esencial fortalecer el ecosistema x86 para abordar unos requisitos cada vez más complejos.
Según las declaraciones de representantes de ambas compañías, el grupo se propone fomentar la unificación de juegos de instrucciones y de interfaces arquitectónicas, con el fin de optimizar la consistencia y la compatibilidad de los productos que cumplan con esta arquitectura.
Las aportaciones técnicas de las comunidades de hardware y software serán clave para desarrollar funciones y rasgos compartidos, lo que podría traducirse en una adopción más rápida de capacidades innovadoras en ámbitos como sistemas operativos, frameworks y aplicaciones.
A pesar de ser competidoras directas, Intel y AMD cuentan con un historial de cooperación en estándares centrales para la industria, como PCI, PCIe y ACPI. Asimismo, ambas firmas fueron fundamentales en la introducción de la tecnología USB para asegurar la conexión universal de periféricos en cualquier ordenador.
Este nuevo grupo asesor constituye una ampliación de esa colaboración previa, orientada a mantener la x86 como plataforma relevante y flexible para desarrolladores y usuarios de distintos sectores. De este modo, se busca que la arquitectura continúe adaptándose a las necesidades emergentes, al mismo tiempo que se fomenta la innovación y la compatibilidad en todo el sector tecnológico.