El sueño del “traductor universal” de Star Trek, aquel aparato que permite a los tripulantes de la nave Enterprise entender y comunicarse con las más variopintas especies alienígenas, parece un poco más cerca de hacerse realidad gracias a la inteligencia artificial. Si a día de hoy ya podemos utilizar aparatos de traducción para conversaciones, que funcionan sin tener que necesitar un traductor humano, el próximo paso es añadir dicha tecnología a las salas de videoconferencia para poder juntar a personas que no hablan una lengua común y que, no obstante, puedan entenderse entre ellas.
El anuncio, que Google dio durante su reciente conferencia I/O para desarrolladores, queda consignado en el blog oficial de Workspace, explicando que se trata de una traducción por voz casi en tiempo real. En el vídeo de demostración que podemos ver en la entrada de blog referida, el resultado es muy similar a lo que podemos ver en cualquier canal de televisión cuando entrevistan a una persona que no habla la lengua en la que emite dicho canal, y un traductor simultáneo traduce sus palabras.
Además, la funcionalidad preserva el tono y la expresividad de la voz de los interlocutores, y el ejemplo dado (entre una hablante hispana y una anglófona estadounidense) lo demuestra a las claras.
La funcionalidad incluso baja automáticamente el volumen de la voz del interlocutor que está hablando, de forma que podemos seguir escuchándolo de fondo, tal y como hacen en las sesiones televisivas en directo con traducción simultánea.
Inicialmente, el despliegue de esta funcionalidad se está llevando a cabo entre los usuarios dados de alta en los planes AI Pro y Ultra de Google Workspace con soporte para las lenguas inglesa y española, pero con más lenguas que se irán añadiendo a lo largo de las próximas semanas.
Además, desde la compañía del buscador también indican que están trabajando para llevar esta tecnología a las empresas, con las primeras pruebas agendadas ya para este mismo año.
La gran pregunta es si esta tecnología llegará también en algún momento a YouTube, habida cuenta de que, ahora mismo, los usuarios de este servicio de vídeo en streaming disponen de la capacidad de añadir subtítulos generados de forma automática a los vídeos, traducidos a un amplio abanico de idiomas.
Cabe señalar que la traducción y gestión de texto para los subtítulos gasta recursos de computación, pero no en tan gran cantidad como un sistema para doblar voces con traducción simultánea, por lo que todavía podemos tardar a ver dicho sistema o similar implementado en YouTube.
Dónde sí podría tener éxito es, precisamente, en cadenas televisivas y radiofónicas, al permitir abaratar los costes de traducción, además de no tener que depender de traductores humanos de guardia permanentemente, algo muy útil en conexiones para cubrir noticias de última hora.