El World Wide Web Consortium (W3C) publicaba recientemente la tercera edición de la especificación del formato de imagen Portable Network Graphics (PNG), cuya versión original fue introducida por el mismo organismo en 1996 y se consolidó como estándar en 2004, de modo que han transcurrido más de dos décadas sin hacerle revisiones de calado.
La estabilidad del formato lo convirtió en una herramienta de referencia para archivar imágenes digitales, de manera que, cómo nos explican en Tom’s Hardware, organismos como la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, la Librería y Archivos del Canadá y los Archivos Nacionales de Australia lo recomiendan por su compresión sin pérdida.
Con un historial respaldado por instituciones de preservación de la información e historia, el W3C pretende asegurar con esta actualización que el formato PNG siga siendo útil en un ecosistema de imágenes en rápida evolución.
La nueva especificación añade soporte para imágenes de Alto Rango Dinámico (HDR), animaciones mediante Archivos PNG Animados (APNG) y almacenamiento de metadatos Exif. Dichas prestaciones sitúan este formato a la altura de alternativas como GIF (muy conocido por lo poco que ocupan los archivos, y por las animaciones que permite) o WebP (este último desarrollado por Google).
El impulso inicial surgió de un grupo del W3C dedicado a subtítulos y descripciones de audio, que detectó la necesidad de integrar HDR en los PNG utilizados para contenidos temporizados. A partir de ahí, expertos del consorcio ampliaron la propuesta y recibieron la colaboración de compañías como Adobe, Apple, Google, BBC, Comcast/NBCUniversal y MovieLabs.
Con estas incorporaciones, PNG gana mayor funcionalidad sin renunciar a la compresión sin pérdida que caracteriza al formato desde sus orígenes.
La adopción de la tercera edición es amplia desde su lanzamiento. Aplicaciones de edición como Photoshop, DaVinci Resolve y Avid Media Composer ya admiten los nuevos PNG, al igual que los navegadores Chrome, Safari y Firefox, y así cómo los sistemas operativos iOS y macOS reconocen la especificación, lo que facilita su integración tanto en flujos de trabajo profesionales como en dispositivos de consumo.
El grupo responsable del estándar ha anunciado dos futuras revisiones adicionales, con una primera que abordará la interoperabilidad entre contenidos HDR y los de Rango Dinámico Estándar (SDR), mientras que la segunda se centrará en mejorar la eficiencia de compresión para optimizar almacenamiento y transferencia.