La nueva fiebre de la inteligencia artificial ha llevado a un frenesí de creación de startups que se dedican a esta disciplina en la meca de la tecnología, San Francisco y sus alrededores, espoleadas por los inversores.
En la ciudad, y según explican desde Reuters, esperan que el establecimiento de estas startups en el centro de la ciudad (downtown) pueda cubrir los despachos e infraestructuras de las empresas tecnológicas que la pandemia vació, y que con la adopción del teletrabajo, luego no se han vuelto a llenar.
No obstante, las expectativas no se están cumpliendo, y la ciudad no parece estar saliendo a flote con esta nueva fiebre tecnológica.
Según una docena de profesionales de la industria tecnológica consultados por Reuters, el rápido crecimiento del negocio de la inteligencia artificial puede no ser la solución a los problemas económicos e inmobiliarios de la ciudad.
Cerca de un tercio de las plazas en los edificios de oficinas están vacías, según indica la firma inmobiliaria CBRE, ya que las personas continúan trabajando desde casa, y muchas grandes empresas de tecnología han reducido su fuerza laboral. La afluencia al sistema de transporte rápido BART en el centro de San Francisco sigue siendo solo un tercio de los niveles pre-pandemia, según datos del gobierno de la ciudad.
A diferencia de los anteriores auges tecnológicos que ha vivido San Francisco, como el de las redes sociales a comienzos del presente siglo, la fiebre de la IA generativa trae consigo menos empleos, dado que las empresas que compiten en este sector, destacan por mantener sus plantillas reducidas y automatizar el trabajo, que es precisamente de los que trata la inteligencia artificial.
Por ejemplo, y según cita el mismo artículo, los ingenieros de software (que constituyen el pilar de la fuerza laboral tecnológica de San Francisco) ya utilizan la IA en su actividad diaria, lo que les permite crear más código en menos tiempo, y haciendo que las empresas requieran de menos personal.
San Francisco también sufre de problemas derivados del tráfico de drogas, y falta de vivienda, que han alejado del centro a los turistas y visitantes de negocios, lo que ha llegado a poner en un brete a no pocos hoteles. El escaso tráfico peatonal ha llevado a empresas como Nordstrom a cerrar sus tiendas en el centro.
Según una investigación de GitHub, el 92% de los desarrolladores de software utilizan IA, y aquellos que usaron el asistente de codificación de esta plataforma, pudieron completar una tarea de codificación un 55% más rápido.
Once de las veinte principales empresas de IA de los Estados Unidos están radicadas en San Francisco, y han recaudado colectivamente 15.700 millones de dólares entre 2008 y 2023. Sin embargo, solamente emplean un total de 3.400 personas en la ciudad, según un análisis del despacho del alcalde de San Francisco, London Breed, que utilizó datos de la firma de capital de riesgo NFX.
Dicha cifra representa solamente el 2,3% de los 150.000 trabajadores diarios estimados que perdió el centro de la ciudad durante la pandemia. Los trabajadores de oficinas representaban casi tres cuartos del producto interior bruto de la ciudad antes de que llegara la COVID-19.
Así como Google tiene sobre 140.000 empleados en todo el mundo y Apple 164.000, ambas en sus distintas divisiones, productos y servicios (más los puestos de trabajo indirectos que generan), OpenAI ha conseguido el milagro de ChatGPT con tan solo 375 trabajadores en plantilla. Y es la empresa especializada en IA de mayor tamaño por número de trabajadores de las que están establecidas en el centro de San Francisco.
