De las múltiples acusaciones que se realizan contra el presidente de la Federación Rusa, una surgía con fuerza hace unas semanas: que, por miedo a sufrir algún tipo de atentado, se rodea de personas de total confianza en sus apariciones públicas que, en realidad y de esta manera, serían actores en una mera escenificación.
Las pruebas aducidas son simples: los grandes parecidos físicos entre personas que, supuestamente, son distintas y desempeñan roles distintos en la sociedad.
Como buen medio de comunicación dedicado a la investigación periodística, la cadena radiotelevisiva británica BBC ha querido ir un poco más allá, y ha empleado software de reconocimiento facial para despejar las dudas. Los resultados, explicados en este artículo, confirman la existencia de similitudes al 99% entre personas teóricamente distintas.
Concretamente, el artículo de la BBC se centra en tres casos: una mujer rubia, una serie de hombres, y una vendedora de helados. Esta última se repite pero con lógica, lo que descartaría en su caso -a priori, al menos- la teoría de la figurante: aparece en dos imágenes tomadas con dos años de diferencia (2017 y 2019) en el mismo festival aéreo. Obviamente, es fácil que repita en su puesto de trabajo.
Por lo que respecta a la mujer rubia, de las tres imágenes, en dos la coincidencia fue del 99,1%, suficiente como para afirmar que es la misma persona. Dichas fotos corresponden a una escena de Putin en un barco de pesca con unos pescadores, y a un servicio religioso. Demasiada coincidencia encontrar a la misma persona en ambos lugares.
Pero las coincidencias se disparan si comparamos los rostros de cinco pescadores de 2016 con otros tantos asistentes al servicio religioso de 2017, un 99% en todos los casos, lo que significa que són las mismas cinco personas.
La BBC ha ido incluso más allá, indagando en las identidades de todas estas personas, y en el caso de los pescadores, parece que esa es realmente su profesión.
¿Son figurantes, o las casualidades existen? Eso, el reportaje de la BBC ni lo afirma ni lo desmiente, por lo que es de suponer que lo deja al buen juicio de cada uno de nosotros.