Con la eclosión de Internet y del teletrabajo, primar la proximidad geográfica para cubrir puestos de trabajo que no requieran presencialidad para su desarrollo ha pasado a mejor vida. Tanto la práctica de tener teletrabajadores en plantilla, cómo optar por la contratación de freelancers a modo de trabajadores temporales para acometer determinados proyectos, se han vuelto más habituales, pese a que en los últimos tiempos se haya revertido, ni que sea un poco, la tendencia galopante a adoptar el teletrabajo que forzó el confinamiento por la pandemia de COVID-19, y se haya vuelto en parte a los despachos.
En este sentido, el teletrabajador ‘puro’, es decir, el que puede realizar el 100% de su trabajo de forma remota, no necesita de ninguna proximidad física a las oficinas de la empresa que lo contrata, y ello amplía el rango de contratación a cualquier lugar del mundo. Es lo que se conoce cómo borderless talent (talento sin fronteras).
Tres factores explican la explosión de esta modalidad de contratación reclutando talento por todo el mundo: en primer lugar, la oportunidad generada por el salto exponencial que ha experimentado el teletrabajo y las tecnologías que lo facilitan desde el confinamiento antes mencionado y que, pese a un relativo retroceso en los últimos tiempos, sigue mucho más implantado que en época pre-pandemia. Y ello queda patente en la evolución y la diversificación de herramientas para el teletrabajo.
En segundo lugar, la preferencia de muchos profesionales a practicar este tipo de trabajo, que les ofrece una mejor conciliación entre vida laboral y personal.
Y, en tercero y último -pero no menos importante-, la escasez de talento en algunas áreas. Poder contratar sin importar el lugar del mundo donde resida nuestro trabajador, nos permite solventar el hecho de no poder encontrar el talento en nuestra área geográfica y, por lo tanto, cubrir la vacante que necesitamos.
Entre las ventajas que ofrece el borderless talent a la empresa que lo practica, tenemos, en primer lugar, que incrementa exponencialmente el número de candidatos a cubrir una plaza, ya que si hay unos 200 países en el mundo (excluyendo algunos que son “peligrosos”, como Corea del Norte…), multiplicamos por una cifra casi equivalente las posibilidades de contratación de personal.
Además, las organizaciones disfrutan de otras posibles ventajas, cómo mayor diversidad cultural en la empresa, y disponer de trabajadores en diversos husos horarios, además de poder enfatizar la contratación allí donde los salarios les sean más propicios.
No obstante, las empresas también pueden tener que enfrentarse a problemas debido a las distintas jurisdicciones legales para la contratación y los distintos trámites administrativos que deben cumplimentar, problemas de cohesión debido a las diferencias culturales entre trabajadores, y la no presencialidad exige un esfuerzo extra para desarrollar el liderazgo sobre el equipo de trabajo para garantizar que las tareas se realizan de la forma deseada en los tiempos requeridos