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Así es retirar dinero de un cajero con reconocimiento facial

Escrito por Guillem Alsina el 05/11/2019 a las 15:55:55
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Retirar dinero “por la cara” ya es posible en algunas oficinas de CaixaBank en Barcelona y en Valencia. Perdón, aclaro: la entidad no nos dará el dinero gratuitamente -es un banco, recuerden, no una entidad de caridad-, si no que lo retiraremos de nuestra cuenta utilizando el reconocimiento facial en vez del PIN para validar nuestra identidad.


Realizada la trascendental aclaración, paso a relatar mi experiencia con este novedoso sistema, pionero en el mundo y por el cual pronto esperan empezar a recibir galardones y reconocimientos, según me explicaron.


Antes de nada, es necesario que el cliente de CaixaBank pase por una de las oficinas que cuentan con este sistema, ocho en total en el momento de realizar la prueba (el pasado día 17 de octubre), con seis en la ciudad de Barcelona y otras dos en Valencia. Dichas oficinas son del tipo store, las más modernas y que a ojos de un profano casi parecen más bares de diseño con cajeros automáticos dentro.


No obstante, y si usted no pertenece a los ciudadanos que residen en una de estas dos ciudades, no se preocupe: entre noviembre y principios del año que viene (enero-febrero), CaixaBank tiene planes para introducir este sistema a 62 stores más entre Cataluña (Gerona, Manresa,...), Madrid, País Vasco y Galicia, por lo que el reconocimiento facial para sacar dinero de un cajero puede estar llegando cerca de usted en el momento de escribir estas líneas.


Con la seguridad y la privacidad en mente


Ya sé lo que algunos de ustedes pensarán: datos de reconocimiento facial equivale a pérdida de privacidad. No se lo voy a discutir, es un tema sobre el que se ha vertido -y todavía se vertirá- mucha tinta, especialmente digital, aunque sí le voy a explicar las medidas que me contaron que toman en CaixaBank para preservar tanto la seguridad como la privacidad de los usuarios que solicitan registrarse la información biométrica para disfrutar de este servicio.


Antes de poder utilizar el servicio de reconocimiento facial en los cajeros que CaixaBank dispone en estas ocho sucursales (y que suman un total de 23), debemos pasar por un registro, que debe llevar a cabo un gestor de la entidad, y para el cual daremos nuestro consentimiento y firmaremos una cesión de datos.

 

Fase de registro biométrico


Dicha cesión es en exclusiva para el uso de CaixaBank, lo que deniega la posibilidad de que los datos sean utilizados por terceras partes, y se almacenan bajo CaixaBank Protect, la parte de seguridad informática de la entidad financiera. Si, a posteriori, el cliente se lo piensa dos veces y decide darse de baja del servicio, CaixaBank se compromete a borrar todos sus datos de reconocimiento biométrico.

 

Además, actualmente el servicio se encuentra disponible solamente en los cajeros del interior de las oficinas, y en el horario de apertura de estas. ¿Por qué? Muy simple: para que nadie pueda intimidarnos para obligarnos a sacar dinero.


Según me indican desde CaixaBank, de esta forma también podremos contar con la ayuda de un gestor de la entidad si tenemos algún problema.


Para dotar de mayor seguridad al sistema, este solamente nos deja sacar dinero a débito (es decir, la operación constará inmediatamente en nuestra cuenta, a diferencia del crédito), y de una cuenta de la cual seamos titular único, no de cuentas compartidas.


Probando el servicio


El proceso para darse de alta es realmente breve, y tras firmar el mencionado acuerdo de cesión de datos, el gestor procede al escaneo facial, cosa que hace con la webcam de su terminal habitual de trabajo. En total, se escanean 16.000 puntos de la cara como referencia, una cifra similar a utilizada por los smartphones.


Una vez hecho, al usuario se le hace una demo del uso, ya que el sistema exige, por seguridad, una “prueba de vida”, consistente en mover la cara siguiendo las instrucciones que le aparecen en pantalla.

 

Esto se hace para evitar que el sistema pueda ser utilizado por otras personas con una fotografía del interesado, y el movimiento es aleatorio, seleccionado de entre mover hacia abajo, arriba, a la derecha o a la izquierda el rostro.


Además, tenemos tres intentos para pasar esta prueba de vida, tras lo cual se bloquea el acceso mediante reconocimiento facial durante ocho horas, pero sólo este, pudiendo seguir sacando dinero con nuestro PIN como herramienta de comprobación de identidad.


El usuario para reconocimiento facial lo podemos desbloquear fácilmente y en unos instantes acudiendo a un gestor que esté en la oficina en aquel momento. E, incluso, podemos pasar del reconocimiento facial introduciendo nuestro PIN, con tan solo pulsar una opción en la pantalla del cajero.


El sistema también tolera que llevemos gafas puestas, siempre y cuando estas no sean de sol o no produzcan reflejos excesivos, que podrían dificultar el reconocimiento del rostro.


Obviamente, tras darme de alta, no pude resistir la tentación de probar a retirar dinero en efectivo “enseñando la cara”. En total, fueron tres retiradas de efectivo, con dos de ellas funcionando a la primera el reconocimiento facial y una sola a la segunda.


Aquí, no obstante, debo decir que no fue culpa del sistema el error de lectura en una; preocupado como estaba por sacar buenas fotografías para este artículo, no seguí el movimiento como me indicaba la máquina. Así que deberíamos considerar tres aciertos a la primera de tres posibles.

 

Uno de los cajeros con reconocimiento biométrico


Dispongo de dos cuentas, una de ellas compartida (con mis padres) y otra de la cual soy titular único. Siguiendo con lo que he explicado antes, los cargos fueron directamente, y sin tener que indicar nada más, a la cuenta que tengo solamente a mi nombre.


En general, el reconocimiento es rápido, simple y efectivo y, en el futuro, todavía se simplificará más.


Plan de futuro: eliminar la prueba de vida


Actualmente, las cámaras utilizadas para llevar a cabo el proceso de reconocimiento facial en los cajeros, suministradas por Fujitsu, trabajan en 2D. Los planes de futuro de CaixaBank pasan por adoptar cámaras que permitan el reconocimiento en 3D, una tecnología de la que ya disponen algunos smartphones, como el LG G8s.


Esto, a su vez, permitirá eliminar la prueba de vida, un paso que todavía puede hacer que algunos usuarios (especialmente la gente mayor y poco versada en tecnologías) se “lie” y no sepa operar correctamente. Por ahora, no obstante, no hay un calendario establecido para llevar a cabo este cambio.


Por cierto, que el reconocimiento facial es idóneo para su uso por parte de los mayores, ya que les permite prescindir de la necesidad de recordar un PIN.