Dice la vox populi que algunos de los cambios que la sociedad ha tenido que abrazar por culpa de la pandemia de COVID-19 han llegado para quedarse incluso después de que puedan dejarse totalmente de lado las medidas profilácticas para evitar infecciones, sobretodo en lo que se refiere al teletrabajo.
Esta afirmación parece haber cobrado especial fuerza en Alemania, donde el Ministro de Trabajo del país, Hubertus Heil, es partidario de que los trabajadores tengan el derecho (reconocido por ley) de trabajar desde su hogar, siempre y cuando su puesto laboral lo haga posible.
Evidentemente, no es lo mismo un puesto de un desarrollador de software, que un guardia de seguridad que, entre otras obligaciones, debe patrullar el perímetro físico del edificio que custodia. Al menos, por el momento y con la tecnología existente.
No obstante, también matizó que lo que busca es posibilitar el cambio, no hacer que este sea obligatorio para las compañías.
El Ministro Heil hizo estas declaraciones al rotativo germano Bild am Sonntag, las cuales nos han llegado a través del canal de televisión público del mismo país DW (Deutsche Welle).
Heil también indicó al diario que tiene planes para presentar un proyecto de ley este otoño para introducir los cambios en la legislación que regula las relaciones laborales entre las empresas y sus trabajadores.
El cambio del lugar de trabajo presencial al puesto de trabajo en el hogar se hará para todas las jornadas laborales, o bien para unos días a la semana, según indica también el Ministro de Trabajo alemán.
Y añade que deberán implementarse reglas para que el teletrabajo no entre en conflicto con la vida privada y consuma horas que los trabajadores deberían dedicar a la familia en vez de sentarse frente al ordenador.
La experiencia que estos días muchas familias han tenido con el teletrabajo -tanto en Alemania, como aquí o en cualquier otra parte del mundo- no es muy satisfactoria debido a haber tenido que ocuparse de los niños, cuya presencia en casa no formaría parte del día a día, ya que estarían en la escuela.
Así, muchos de los que se han visto abocados al teletrabajo sin haberlo practicado antes, tienen una visión distorsionada de cómo debe hacerse para que funcione correctamente.
Según el mismo artículo de DW referenciado antes, un 25% de la fuerza laboral germana (lo que equivale a ocho millones de personas) han trabajado desde sus hogares a lo largo de estos días de confinamiento debidos a la pandemia. Esta cifra supone el doble respecto a los que lo hacían antes de la pandemia.
