Nada cambia después de vacacionesEscrito por tecnonews el 01/09/2015 a las 23:58:022859
El verano no es tiempo para grandes cambios. De hecho lo mejor de las vacaciones viene precedida por aquella frase sentenciosa: He vuelto y nada ha cambiado. Con ella asumimos lo que llevábamos deseando desde que nos fuimos, que a la vuelta todo siga igual. Del mismo modo no parece que nada haya cambiado en el último mes y reanudamos el nuevo curso tecnológico con los mismos problemas y las mismas expectativas, sin embargo hay cambios que pese a no estar directamente relacionados con la innovación pueden en realidad suponer un verdadero cambio para nuestras vidas. Según nuestro parecer, la noticia más impactante del sector, en estas últimas cuatro semanas, pertenece a Google. A mitad de mes, la gran empresa del ciberespacio anunció un cambio de nombre y un cambio de estructura empresarial. El segundo de los cambios puede estar enmarcado dentro de las lógicas empresariales y en realidad podría no parecer una gran novedad. Cuando las empresas quieren mejorar sus números se refundan bajo el paraguas de la estructura precedente. En este caso Google ahora se llamará Alphabet y bajo este nombre se agruparán los negocios estratégicos de la empresa del mayor buscador del planeta. Sin duda, este cambio estructural da muestra del poder que ha llegado a tener esta empresa y en cierto modo de la chulería que puede representar su nuevo rostro. Google participa en todos los aspectos de nuestra vida en red y es por ello que sus negocios claves necesitan más autonomía para poder adaptarse a los cambios que exige el mercado. Además tomando el nombre de Alphabet (alfabeto como todo el mundo sabe), la compañía demuestra su voluntad de convertirse en una firma transversal y (yendo un poco más allá) en el lenguaje del nuevo idioma de nuestro futuro: las NNTT. Con todo podemos afirmar que el movimiento de la transnacional tampoco es algo que nos llegue de nuevo. En los últimos tiempos ya hemos asistido a cambios dentro del sector que nos confirman el cada vez más obvio proceso monopolístico que estamos viviendo. En resumen, nada ha cambiado desde que nos fuimos de vacaciones porque en realidad todo estaba cambiando ya por entonces. |