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La crisis no debe matar a la gallina de los huevos de oro

Escrito por Francisco De Quinto el 21/10/2008 a las 20:32:40
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¿Es más importante mi banco que mi empresa? Resulta una obviedad que la economía financiera es absolutamente necesaria para el correcto funcionamiento de las empresas, pero todavía resulta más cierto que sin la economía real, la financiera ni tan siquiera existiría. Venga esta reflexión al caso de las medidas del Gobierno para la salida de la crisis. Es necesario apoyar la solidez del sistema financiero y de las entidades que lo integran, pero resulta injusto, cuando no absurdo, dejar en un segundo plano el apoyo a la piedra angular: las empresas que integran la economía real. Es evidente que cualquier ayuda, incluidas las indirectas, es bienvenida pero a nadie se le ha ocurrido todavía proponer un paquete de medidas directas de apoyo a las empresas que no supongan coste alguno para las cuentas públicas, aunque empiezan a oírse voces con propuestas parciales, como la de Duran Lleida y más recientemente la de la Confederación Española de Comercio. Ahora la patronal de fabricantes de automóviles pide al Gobierno un "plan de rescate". Si seguimos así, el que tenga más influencia saldrá más beneficiado y de los pequeños no se acuerda nadie. La propuesta que exponemos a continuación, a título enumerativo y no cerrado, se basa en el principio de que las Administraciones Públicas (AAPP) sean rigurosas en el cumplimiento de sus obligaciones y flexibilicen en algún punto sus derechos recaudatorios, flexibilidad que en caso alguno debe resultarles onerosa. La idea fundamental es que primero hay que ayudar al eslabón principal que además resulta ser el más débil, evitando en lo posible un bucle estéril y de difícil control hacia el sistema financiero. Sería absurdo preocuparse por los huevos por muy de oro que sean y olvidarse de las gallinas ponedoras. - Adelantamiento del IVA pendiente de devolver por Hacienda. Estamos hablando de miles de millones de euros que ya se han cobrado previamente y cuyo legítimo titular está agobiado por estrecheces de liquidez. Si es suyo, páguesele cuanto antes, sin perjuicio de las acciones comprobatorias posteriores. El coste de esta medida es cero para el presupuesto público. - Acortamiento del plazo de pago por parte de las AAPP a sus proveedores, plazos que actualmente superan con mucho los seis meses, sin que exista razón alguna para ello. De los recursos públicos que se pondrán a disposición de la banca, la parte necesaria a estos fines se debería destinar a aportar recursos al Sector Público para que acorte su crónica morosidad. Es bueno poner los bueyes delante de la carreta y no al revés. - Moratoria sin garantías para el ingreso del IVA y de la cuota de empresa de la Seguridad Social. Si realmente la crisis es coyuntural, durará pocos meses y no pasará nada por liberar temporalmente de estas obligaciones a las micro-empresas y autónomos. Se trata de una simple periodificación hacia delante del pago, con coste cero a medio plazo y con una muy directa influencia para frenar el incremento del paro. Más vale gastar en mantener el empleo, que gastar para financiar el paro. Sería injusto olvidar en estos difíciles momentos a los ciudadanos de a pié que también sufren la situación. Lo lógico es liberarles temporalmente del sobre-coste de intereses hipotecarios por encima del que pactaron en su momento al constituir la hipoteca. Parece que el euribor tiende a la baja y en consecuencia también estamos ante una medida coyuntural que los bancos podrán compensar cuando se invierta la posición del euribor con respecto del tipo hipotecario pactado. Por suerte la vida de las hipotecas es muy larga y debe dar tiempo para todo. Cada una de estas propuestas tiene su argumentario de pros y contras. La idea general común a todas ellas es que hay que reducir los plazos, los circuitos y los costes. En entregas posteriores habrá ocasión de profundizar en cada una de ellas. Francisco de Quinto Zumárraga Abogado y economista Socio de Piqué Abogados miembro y de la Ejecutiva de la CTAC