A diferencia de otros planes que son noticia cuando solamente son ideas de concepto, en este caso el país escandinavo ya ha aprobado el plan, según informa la cadena Euronews.
El proyecto consiste en la creación de una isla artificial de unos 120.000 metros cuadrados de superficie (equivalentes a unos 18 campos de fútbol), la cual estará conectada a amplios campos con centenares de turbinas eólicas, que generarán la energía que se almacenará en la isla y se distribuirá al continente europeo.
Situada a 80 kilómetros al oeste de la península de Jutlandia, los vientos de esta zona le permitirán generar, según las previsiones, la energía suficiente como para alimentar a diez millones de hogares situados en el continente, más de los que hay en la propia Dinamarca, por lo que se podrá suministrar a más países europeos, convirtiendo a este en un proyecto paneuropeo. En total, generará una capacidad de 10 gigavatios.
Además de facilitar alimentación eléctrica a domicilios y edificios, la iniciativa también servirá para dar energía a vehículos automóviles e incluso barcos y aviones que empleen energías renovables para su funcionamiento, ya que gracias a la energía eólica, es posible generar hidrógeno, el cual a su vez puede convertirse en combustible líquido.
La isla artificial, que constituirá el mayor proyecto de construcción que se llevará a cabo en la historia de Dinamarca, ya tiene fecha de finalización: el 2033.
La inteligencia artificial como argamasa
Y en todo esto ¿qué papel juega la inteligencia artificial? La magnitud del proyecto lleva a buscar formas de automatizar al máximo la gestión de todo el sistema y el circuito de generación, transporte y distribución de la energía, al mismo tiempo que realizar previsiones de generación en base a las condiciones meteorológicas.
La complejidad de los sistemas implicados y la necesidad de poder reaccionar con prontitud a los cambios, incidencias y previsiones a corto medio plazo para el tiempo, requieren de sistemas inteligentes que puedan tomar decisiones con rapidez. Sólo la inteligencia artificial puede desempeñar dicho rol.
El Mar del Norte por la virulencia de sus tormentas, además de unas mareas muy irregulares fruto de la confluencia de corrientes procedentes del norte y del sur, es imprevisible, lo que representa no sólo un peligro para la navegación; uno tendería a pensar que, cuanto más viento y más rápido, mejor para los aerogeneradores, pero estos tienen un nivel de tolerancia que hace que no todos los vientos sean adecuados.
En medio de un temporal con fuertes vientos, pues, no se genera mayor cantidad de energía o se hace de forma más rápida, si no que hay que parar los aerogeneradores por la propia seguridad de la instalación.
La detección de estas condiciones para poder parar a tiempo, es indispensable para la seguridad y la continuidad de una instalación que va a manejar un gran número de campos de generación de forma simultánea, y que podrá operar con mapas a gran escala con información en tiempo real e imágenes por satélite.
