Agrupar nos hace humanos en sociedad. No en balde existen las siete maravillas, los cuatro jinetes, los cuatro fantásticos, los tres reyes…

Como creemos poder agruparlo todo, también, en la vieja retórica de la política existe una distinción entre tres tipos de poderes: Judicial, Legislativo y ejecutivo.
 

Según algunos la prensa, órgano para controlar la actividad de los políticos y dar la información de lo que estos hacen a los ciudadanos, es desde hace más de un siglo el cuarto poder.
 

Por desgracia a veces, este poder de los diarios, informativos televisivos y de radio y artículos en revistas, no es tan combatiente como desearíamos. Tras mucho tiempo algunos medios de comunicación periodística se han enquistado en el poder y no llevan a cabo ningún feedback con la población.
 

Delante de esta situación no es extraño el impacto que han tenido las redes sociales, convirtiéndose en el que muchos han convenido en denominar el quinto poder.
 

Viendo las cifras de conectividad en España es sencillo pensar porque redes como Facebook son el real espacio de cultivo para ideas determinadas.  Más de un millón de españoles está siempre conectado a su red social de preferencia. Eso supone una cifra mucho mayor a los espectadores de televisión. Además de ello cabe destacar que las redes sociales permiten el intercambio y trasvase de mensajes, cosa que los viejos medios de información no. Somos informadores e informados.